El perdonar es una acción divina, porque tiene doble propósito, tanto así que bendice al que recibe el perdón como el que lo da.
Ludendorf S. Montiel, psicólogo y terapeuta de pareja, afirma que es un hecho que a la hora de ofrecer disculpas y perdonar intervienen los sentimientos, dado que estos se deterioran, tal es el caso de la confianza, lealtad, cariño, franqueza y compañerismo, que son muy difíciles de fomentar pero fáciles de romperse. Pero a pesar del daño que pueda ocasionar, lo mejor y más sano para la persona ofendida es perdonar y seguir adelante.
Eso sí, este noble acto que sana el corazón dependerá de las expectativas de vida de la persona, el grado de madurez, la convicción, la religión, autoestima, los valores y las vivencias que tuvo en la infancia. Todos estos elementos son necesarios a la hora de perdonar y ser perdonado, todo con el fin de liberar esa carga emocional que muchas veces pasa de ser un simple enojo a deseos de venganza.
EMPIEZA DESDE YA
Hay dos maneras de perdonar. Una que lo haga directamente y otra sin que la otra persona se dé cuenta. El especialista recalca que para hacer este acto de amor hay que admitir lo que la persona siente y reconocer en principio que todos se pueden llegar a equivocar, afirma el especialista.
Sea amable, diviértase y concéntrese en recordar esos momentos bonitos que vivió con su amigo, pareja o compañero de trabajo. En el caso que esta sensación no lo deje vivir en paz y más aún cuando ve a esa persona que le hizo daño, es mejor que busque ayuda psicológica.
Es muy difícil perdonar cuando hay una traición, dado que se rompe o quebranta una relación, ya sea amistad, pareja o laboral, por una infidelidad, rivalidad, codicia, por sobresalir, en fin, son muchas las causas por las que se llega a traicionar. Aunque otras veces la situación cambia y las personas no pueden perdonarse ni a ellas mismas, viviendo una vida de remordimiento y sufrimiento.
Prácticamente perdonar es un boleto a la felicidad y eliminar eso que tanto le hizo daño. Y como bien dice el dicho, dejar el pasado atrás. Es una situación complicada pero se puede, basta con tener la disposición de hacerlo.
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