Kiev/ EFE
La operación antiterrorista lanzada por el gobierno ucraniano contra los insurgentes prorrusos llegó ayer a zonas residenciales en el corazón de Donetsk y Slaviansk, que sufrieron fuego de morteros.
Al menos una decena de civiles resultaron heridos por esquirlas de proyectiles de artillería, disparados contra el centro de Slaviansk, bastión de la rebelión prorrusa contra Kiev, en un ataque a viviendas del que se culparon mutuamente el Ejército ucraniano y las milicias prorrusas.
Uno de los proyectiles cayó sobre un colegio y destrozó la azotea del edificio mientras los alumnos se refugiaban en el sótano.
“Los terroristas continúan con sus provocaciones. Ya disparan descaradamente con morteros sobre las zonas residenciales, colegios, para que los vecinos crean que son las fuerzas ucranianas”, se quejó el jefe de prensa de la operación antiterrorista, Vladislav Selezniov.
COMBATES EN DONETSK
Los combates entre las fuerzas ucranianas y los rebeldes prorrusos también han vuelto a la ciudad de Donetsk, en cuyo centro se escucharon disparos de artillería antiaérea.
Los rebeldes prorrusos confirmaron los disparos en las inmediaciones de la sede regional del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), uno de los edificios oficiales tomados por los insurgentes hace dos meses, y aseguraron haber derribado un avión no tripulado de las fuerzas de Kiev.
Cazas y helicópteros de combate ucranianos sobrevolaron el centro de la ciudad, mientras que los milicianos les disparaban desde el edificio del SBU con fuego de artillería antiaérea.
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