María Melba Calero
Todos sabemos que para mantenernos fuertes y saludables es importante consumir vitaminas y minerales, pero pocas veces lo llevamos a cabo.
Tener este hábito saludable es beneficioso, ya que puede evitar diversas infecciones y enfermedades degenerativas.
De acuerdo con la nutricionista Martha González, la mayoría de personas tienen la costumbre de ingerir alimentos con un alto contenido de grasas que son pocos saludables para nuestro organismo.
De cara a la defensa del cuerpo contra las enfermedades, el consumo de vitaminas como la A, C y E es fundamental. Asimismo las vitaminas del complejo B que son importantes para mantener la producción de anticuerpos, los que nos ayudan a evitar infecciones.
La comida rápida, las fritangas y los alimentos procesados suelen ser la causa del descenso de defensas en el organismo.
González recomienda el consumo de frutas en su forma natural no en refrescos, así como la utilización de aceites naturales como de soya para cocinar y consumir pequeñas porciones de vegetales al vapor durante el día.
Vitamina A
Contribuye en la prevención de enfermedades infecciosas, especialmente del aparato respiratorio, creando barreras protectoras contra diferentes microorganismos. De igual manera, estimula las funciones inmunes y aumenta la resistencia a las infecciones.
La vitamina A la encontramos en alimentos de color amarillo, anaranjado intenso y verde oscuro, como zanahoria, mango, plátano maduro, brócoli y espinaca.
Vitamina C
Entre los beneficios de la vitamina C encontramos que puede reducir los síntomas del resfriado, ya que actúa como un antihistamínico natural. Es útil para el control de la alergia y actúa como un factor importante en la producción de colágeno.
Esta vitamina la encontramos en frutas cítricas, tales como: limón, toronja, piña y mandarina. También en vegetales como el tomate y el repollo.
Vitamina E
Es esencial para proteger contra enfermedades neurológicas, reducir el colesterol y el riesgo de desarrollar cáncer.
Asimismo, es un poderoso antioxidante que ayuda a proteger los ácidos grasos de nuestro cuerpo y aumenta la producción de células de defensa y la respuesta celular ante alguna infección, siendo una gran aliada cuando se trata de enfermedades virales.
Esta vitamina es soluble en grasa y la encontramos en el aguacate, aceites, semillas de maní, nueces y marañón.
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