El mejor amigo del hombre se ha convertido también en un elemento de apoyo para personas con distintos problemas de salud. Así, ancianos, discapacitados, niños con autismo y pacientes con depresión son algunos de los grupos que se benefician de las terapias asistidas con perros.
UNA GRAN RESPONSABILIDAD
Pero los perros, en particular aquellos con los que compartimos el hogar, conllevan una gran responsabilidad y es necesario ofrecerles los cuidados apropiados y llevarlos de manera periódica al veterinario para tratar de evitar parásitos y enfermedades.
Una enfermedad grave que afecta a los perros es la rabia. Afortunadamente esta afección no es habitual entre los canes domésticos que reciben atención veterinaria. Según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), “ocurre principalmente en comunidades rurales aisladas, donde no se toman medidas para prevenir la transmisión de esta enfermedad de los perros a los humanos”.
La rabia es una zoonosis, es decir, una enfermedad transmitida al hombre por los animales. Está causada por un virus que afecta tanto a animales domésticos como a salvajes y llega a las personas mediante el contacto con la saliva infestada, normalmente a través de una mordedura.
¡GATOS!
Otra enfermedad ligada a las mascotas, en este caso a los gatos, es la toxoplasmosis. Está causada por un parásito denominado toxoplasma gondii, que llega al gato cuando este come carne cruda o pequeños animales infestados y que pasa a las heces del felino. “El gato no se enferma, por lo que es posible que usted no sepa que él tiene el parásito”, advierte la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
La FDA señala que se puede contraer la enfermedad al comer carne cruda o poco cocinada, al beber agua contaminada con toxoplasma gondii o al ingerir accidentalmente heces de gato contaminadas.
ROEDORES
Asimismo, los roedores pueden transmitir varios tipos de microbios al ser humano, como la bacteria causante de la leptospirosis, una enfermedad que provoca fiebre alta, dolor de cabeza severo, dolor muscular, enrojecimiento de los ojos, dolor abdominal, hemorragias en la piel y en las mucosas, vómitos, diarrea y sarpullido.
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