El éxito histórico de Brasil supone siempre una carga demasiado pesada para los equipos actuales de ese país, que además de haber dejado de jugar bonito, pasan muchos apuros para ganar.
Ayer no fue diferente. Ante una Croacia que se paró firme atrás, Brasil pasó trabajo para penetrar y cuando lo hizo no fue constante. Debió echar mano de ese jugador de creciente nivel que es Neymar, para evitar otro caos, como en el 50.
También fue clave para las aspiraciones del anfitrión, el empujón que le dio el árbitro Yuichi Nishimura, mucho más visible que el agarrón de Dejan Lovren a Fred, lo que abrió la brecha para el éxito.
Al final del día, este Brasil cuya puesta en escena, dejó tantas dudas como esperanzas, se retiró del estadio con una victoria, que era justo el objetivo de un plantel que tiene la mira en el título.
NEYMAR, LO MEJOR
Hay esperanzas porque se cree que la ansiedad, el miedo escénico y la presión que significa el debut, pudieron haberle jugado una mala pasada a Brasil, que podría lucir mejor en su próxima cita.
Las dudas se generan por sus cruces defensivos, graficados mejor por la falla de Marcelo, que terminó como autogol. Además, faltó profundidad en el ataque y la conexión con los delanteros.
Lo mejor ayer fue Neymar, quien cuando se le puso cuesta arriba el asunto a Brasil, creó, corrió y definió para retirarle la soga del cuello a su equipo, que temió hacer el ridículo ante tanta gente.
Luego del autogol de Marcelo, fue llamativo ver a Neymar asumir su papel como la estrella de su equipo y provocar el empate 1-1, en un partido hasta ese momento de definición incierta.
¿QUÉ VIENE AHORA?
El penal de Nishimura, le bajó la intensidad a Croacia, alentó a Brasil y emocionó a la multitud que había llegado al parque a ver imponerse a su equipo. Y Neymar, trajo el alivio al convertir el gol.
Luego Oscar dio el tiro de gracia a los croatas, quienes al final, se enredaron en su propia madeja y parecían listos para conformarse con el empate, que habría sabido a revés para los locales.
Una cosa es clara, Brasil no brilló en su debut, pero presionó y trabajó para ganar su juego, aunque lamentablemente se olvidó de jugar bonito, algo que le pasa con mayor frecuencia cada vez.
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