14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Los hermanos argentinos Lucía y Manuel Galán, conocidos artísticamente como Pimpinela, durante un concierto en el teatro Calderón de Madrid, en 2010. LA PRENSA/ EFE / Alberto Martín

30 años de amor y desamor

El dúo Pimpinela, los hermanos Joaquín y Lucía Galán van a iniciar gira en octubre por España con el espectáculo Las canciones de tu vida Treinta años componiendo, interpretando y teatralizando canciones de amor y desamor hacen que esta pareja sea de los músicos más populares en habla española por los más de 23 millones de discos vendidos.

El dúo Pimpinela, los hermanos Joaquín y Lucía Galán van a iniciar gira en octubre por España con el espectáculo Las canciones de tu vida Treinta años componiendo, interpretando y teatralizando canciones de amor y desamor hacen que esta pareja sea de los músicos más populares en habla española por los más de 23 millones de discos vendidos.

¿Treinta años paseando amores y desamores. Les parece bien o están un poco hartos de estas canciones que tanto afectan a los sentimientos?

Tres décadas después seguimos en el camino y se lo agradecemos profundamente, a nuestras canciones, indica Lucía.

¿Cuál es el secreto de vuestro éxito?

Uno de los secretos para que permanezca la intensidad de este tipo de canciones es que dejamos de ser Lucía y Joaquín para teatralizarlas y que, cada vez, sea una interpretación única volviendo a repasar esas historias.

La vocación de Lucía por el teatro está complementada por mi pasión por la música —esta vez es Joaquín quien habla—.

Es curioso pero, tantas décadas después, algunas veces hay gente que piensa que son pareja…

Sí, es cierto, mucha gente se va acoplando a nuestros temas, gente joven, hijos de nuestros fans, aunque ya menos, —indica el hermano— quien agrega, Pimpinela, después de 23 millones de discos vendidos significa que te conoce el abuelo, el padre, el hijo…

Todo lo que habla de amor llega hasta el corazón del que lo escucha. Por mucho que pasen los años, cuando se habla de los sentimientos, frustraciones… nunca pasa de moda.

Sí, porque es imposible hablar de una canción que no lleve directa o indirectamente emociones. Eso nos acompañará siempre. Cuando hablamos de enamorarse, desencantarse, frustración, miedo, soledad son sentimientos y siempre irán más allá de la tecnología. Comenzamos a tener mucho público adolescente porque están alrededor del descubrimiento de esa palabra tan importante: amor. Además, al ejecutivo más exitoso también le ocurren las mismas cosas en lo sentimental, que al muchacho pobre, indica Lucía.

Además de cantantes y actores, son psicólogos…

Sí, nos ha pasado que, a la salida de los conciertos alguien nos quiere hablar para contarnos su problema. Siempre digo que uno no es consciente de lo que puede provocar una canción.

¿Por ejemplo?

Sí, tenemos historias realmente conmovedoras, como la de un niño autista que salió de su aislamiento a partir de una de nuestras canciones o niños con discapacidades que reaccionan con nuestra música.

Son descendientes españoles que emigraron a Argentina, ¿es cierto que la madre de ustedes fue quien los unió artísticamente?

[doap_box title=”La gira” box_color=”#336699″ class=”aside-box”][/doap_box]

Yo tenía un grupo de amigos y queríamos ser los Beatles argentinos y Lucía también tenía el suyo, —indica Joaquín— pero mamá quería que cantáramos juntos como hacíamos los fines de semana. Musicalmente éramos de mundos distintos, pero yo decía: Mamá, si algún día hay algo que encontremos que nos guste a los dos, te haremos caso. Así estuvo tranquila ocho años, diríamos que inmovilizada. Hasta que un día se me ocurre una canción y le pedí a mi hermana que interpretara y cantara la canción. Lo vieron unos amigos y les pareció divertido. Al poco le dije a mi mamá: Creo que hemos encontrado algo que nos divierte a los dos.

¿Mandaba él? —pregunta para Lucía.

Los dos, cada uno en nuestra faceta. Él es compositor, era el mánager del grupo y yo estoy más por la parte teatral. Así es que tenemos repartidas las tareas en función de la preparación y la habilidad.

Pero imagino que hubo momentos que no se soportaban…

Claro, como todos los hermanos, pero nos une mucho el sentido del humor, y cada uno tiene su manera de ver las cosas. Hemos tenido, en treinta años, momentos de todo tipo, pero hemos aprendido a respetar nuestras diferencias. Pero son más los momentos agradables —explica la cantante—.

LA FACETA SOLIDARIA

Tengo entendido que también tienen una vida solidaria…

Sí, tenemos el Hogar Pimpinela, que es una casa donde viven niños que, por diferentes razones, los jueces han quitado la patria potestad a sus padres. Aquí permanecen hasta que se resuelve si pueden ir con alguien de su familia biológica o si pasan a poder ser adoptados. Para nosotros son como nuestros hijos, allí van al colegio, tienen sus psicólogos, van al cine, etc. —indica Lucía—.

¿Cuánto tiempo llevan con estas acciones?

La casa tiene ya 18 años, en pimpinela.net está la información y, hace cuatro hemos puesto en funcionamiento un centro de día que se llama Desde el Alma, donde acuden niños con síndrome de Down con sus padres, quienes no pueden pagar otros centros privados. Se aconseja a los padres, se asesora a los niños, etc. —agrega la argentina—.

¿Cómo se sienten?

Con una responsabilidad muy grande, pero con una inmensa satisfacción. Por las dos instituciones han pasado ya más de quinientos niños, —matiza Lucía—.

Tengo entendido que, desde los años ochenta exigían por contrato una actuación gratuita en alguno de los centros infantiles de las localidades donde los contrataban…

Sí, es verdad. Sobre todo en esa década veíamos un enorme contraste en nuestras giras por América Latina. Íbamos con la guitarra a conocer niños en Venezuela, Perú, Colombia, etc., y comenzamos a meternos tanto en esa problemática de la niñez que luego, en los años noventa, cuando nació mi hijo, hablamos de emplear nuestro nombre para comprometernos nosotros con un proyecto propio para abrir puertas. Así surgió el hogar —matiza Joaquín—.

¿Tienen un hijo cada uno?

Sí, la mía se llama Rocío y tiene 17 años —comenta Lucía—, y Pancho, Francisco, tiene 23 —dice Joaquín—.

La gira española del dúo Pimpinela incluye una mezcla de todo. Vídeos e imágenes que nunca se han visto, canciones de antes, de las últimas y un mensaje que siempre trata de mostrar con su trabajo: la mezcla de teatro con la música, dice Lucía.

Así son los Pimpinela, nombre que proviene de una flor con pétalos masculinos y femeninos, los primeros protegiendo a los segundos. Es una flor centroamericana roja y negra.

“Comenzamos a tener mucho público adolescente porque están alrededor del descubrimiento de esa palabra tan importante: amor”.

“Uno de los secretos para que permanezca la intensidad de este tipo de canciones es que dejamos de ser Lucía y Joaquín para teatralizarlas y que, cada vez, sea una interpretación única volviendo a repasar esas historias”.

Espectáculo aniversario Dúo Pimpinela archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí