ROBERTO PETRAY MAGISTRADO DEL TRIBUNAL DE APELACIONES
Roberto Petray dejó atrás aquel viejo chaleco que lo acompañó por décadas en su lucha por los derechos humanos. Ahora Petray viste de saco y corbata. Su reciente nombramiento como magistrado del Tribunal de Apelaciones de Estelí le ha merecido felicitaciones y críticas. Por eso alardea que más de 500 personas lo llamaron para felicitarlo desde todas partes del mundo. Para él, este nombramiento no tiene que ver con una negociación política. “Es por méritos”, alega con orgullo. Y aunque Petray niega, en esta entrevista, que se hayan dado negociaciones para que lo eligieran en el cargo y mantiene que sus críticas “ácidas” en contra del poder seguirán escuchándose, el primer efecto de este nombramiento es evidente: se desmarcará de las denuncias de grupos rearmados que antes exponía con mucho celo. Por eso, al viejo estilo de los héroes mitológicos, Petray dice que luchará contra lo que él llama “el monstruo”, desde sus entrañas, con el riesgo que esa misma bestia lo pueda engullir.
::: ¿Qué cambios puede lograr en el Tribunal de Estelí con este nombramiento suyo?
Vos sabés que hemos sido críticos ácidos contra el poder judicial. Nosotros siempre denunciamos corrupción, retardación de justicia y una serie de situaciones de tráfico de influencias. Yo en mi entrada al poder judicial voy por esa línea, porque hemos recibido denuncias como institución de derechos humanos y ahora que estamos dentro yo voy a llegar y voy a seguir escuchando esas denuncias que van a llegar ahí al poder judicial.
::: ¿Por qué Roberto Petray acepta el cargo?
Primero yo tengo 27 años de ser organismo de derechos humanos. Digo organismo porque primero empecé como delegado en 1987 allá por Honduras, cuando empezó la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) y luego vine en 1990 donde pidió personalidad jurídica la ANPDH. Después, cuando todos se van de la ANPDH porque ya no hay proyectos, monseñor Mata me nombra director del 2001 al 2014. Y entonces este año empiezo a trabajar sin sueldo, sin devengar ningún salario más que una asesoría que yo le daba a los obispos en materia jurídica. Entonces empecé a trabajar y vi muchas situaciones anómalas a la institucionalidad que veníamos criticando. Como yo soy abogado y notario, me di cuenta que (el Tribunal de Apelaciones) es una de las instituciones donde hace falta hacer un buen trabajo. Hace un año estuve queriendo entrar al poder judicial y se me concede en estas circunstancias que estamos.
::: Pero de alguna manera, entrar a ese lugar del que usted hace tantos señalamientos, ¿no lo haría parte de esa corrupción?
Mirá, dicen que para luchar contra el monstruo hay que estar en sus entrañas y nosotros desde afuera le hemos estado volando fuego, como se dice. Entonces ahora estamos en las entrañas y tenemos que hacer un buen trabajo para resolver los problemas de institucionalidad. Nosotros podemos ahora discutir desde dentro de la institución para que podamos seguir adelante y no se le critique en la misma forma que lo hemos hecho nosotros.
::: ¿Una sola persona puede lograr ese cambio?
Te voy a comentar algo. Ahorita que yo llego al poder judicial me doy cuenta que han hecho un gran alboroto por mi entrada. Te estoy diciendo que me han llamado más de 500 personas felicitándome y diciéndome que yo puedo hacer el trabajo que ninguno de los magistrados ha hecho aquí y que depende de mí si esta institución va a avanzar hacia el futuro con mi trabajo y con la denuncia que yo he hecho. Ellos creen en el trabajo que yo he hecho como institución de derechos humanos.
::: ¿Por qué cree usted que se da este nombramiento?
Bueno. Hace un año yo metí mi currículum al poder judicial. Lo que a mí me asusta es más bien que cuando hubo la negociación para los cargos públicos yo estaba (como candidato) para la Procuraduría de Derechos Humanos, no me concedieron el cargo porque fue un negocio muy político. Yo me doy cuenta de eso y salgo de candidato a la Procuraduría. Y ahora que se da el diálogo y que no se toca nada de este tema, pero bajo este contexto me nombran ahora en el Tribunal de Apelaciones, me asusta porque están diciendo que esta es una negociación política y que es una negociación entre diálogo y Gobierno, algo que nosotros tajantemente hemos rechazado.
::: ¿No hubo una petición de los obispos en ese diálogo para su nombramiento?
No. Porque imaginate, ellos ponen 44 puntos (en el documento que entregaron al Gobierno) y una simple magistratura de un Tribunal de Apelaciones no es parte de una negociación. Yo he sido defensor de los derechos humanos 27 años, soy abogado y notario, tengo mi currículum y me he esforzado por la organización de derechos humanos, donde me he expuesto física y mentalmente. He batallado contra este Gobierno y me doy cuenta que nombrándome en este cargo hay suspicacias para mí, (porque pueden estar) queriéndome callar, porque yo he sido uno de los críticos más ácidos contra este Gobierno y casi me ha costado la vida, pues porque ustedes mismos han sacado sus propios reportajes sobre eso.
::: ¿Y va a cambiar? ¿Dejará de criticar?
Yo me siento satisfecho porque la población cree que voy a hacer el mismo trabajo que he hecho hasta ahora en la ANPDH. Un poco afligido porque casi la mayoría de la gente se siente que se les va alguien que ha hablado por ellos. Yo les he dicho que dentro del poder judicial también voy a ser crítico de la misma institución en la que voy a estar. Porque yo no voy a permitir que se cometan los actos que mencionaba en su momento. Y si se los critico y me mandan a la calle, yo me voy.
::: Pero eso es lo que más se puede esperar. Es decir, no ha sido un funcionario de Gobierno que ha criticado algo y a los días se le ve renunciando.
Lo que pasa es que yo llego en otro ámbito para ellos. Yo llego de un organismo que ha sido férreo crítico para ellos y que se les ha opuesto no solo nacional sino internacionalmente sobre las violaciones a los derechos humanos. Y nosotros hemos hablado sobre los simposios que hemos tenido en materia legal de derechos humanos y creemos que con esa denuncia queremos cambiar la institucionalidad y la directriz que lleva este Gobierno, pero ya dentro de la institución tenemos que usar otras tácticas para denunciar las anomalías que se cometen.
::: ¿Qué otras tácticas?
Por ejemplo nosotros antes recibíamos denuncias que las mandábamos a la comisión de la Corte y ahí se resolvieron. Pero ahora estamos dentro de un tribunal donde nos van a llevar hasta donde los mismos jueces y los mismos abogados para ver las denuncias de corrupción.
::: ¿Qué cedieron ustedes para que les dieran este nombramiento?
No hay ninguna negociación. Yo lo hago como abogado y notario, como lo hace cualquier persona en Nicaragua. Uno lo solicita, mete su currículum sabiendo que hay una carrera judicial. Nosotros vemos que por derecho y por mérito también se nos resuelve. Desde el 2007 vienen con esta cuestión de legalidad, nombran tres porque van a repetir y nombran dos por méritos, siempre. Entonces en uno de esos cargos caí yo. Ellos me dijeron cuando me juramentaron: “Por sus méritos, trayectoria y profesionalismo, le nombramos magistrado del Tribunal de Apelaciones de Estelí”. Nosotros no negociamos nada. No tengo nada que negociar. Imaginate que yo desde el 2001 al 2014 yo trabajo “ad honorem”, en la ANPDH, y así he vivido mi vida. Si hubiera sido por negocios hubiera quedado en la Procuraduría hace un año.
::: ¿Y no cree que le vayan a pedir algo en algún momento?
Nosotros entendemos que no hay nada a cambio, no hay nada que cambiar. Porque la institución ANPDH sigue viva y sigue ahí. Vendrán otros y seguirán el mismo trabajo de la institución.
::: Usted dice que siempre escogen tres magistrados de un lado y dos del otro, al final, ¿no es como que el mismo FSLN escoge quiénes serán sus opositores?
Lo que yo entiendo es que cuando hubo la negociación (del FSLN) con Alemán se repartieron de par en par e iguales. Pero últimamente hemos visto que no hay paridad. Por ejemplo en Estelí había seis, cuatro y dos. Dos opositores y cuatro gubernamentales. Trasladaron uno a Masaya y vemos que me nombran a mí. ¿Qué me dijeron a mí? Que quieren el equilibrio, quieren la transparencia conmigo y que van buscando cómo sanear un poco al poder judicial. Es lo que yo vi, es lo que yo oí y es lo que yo sé.
::: Es creíble que quieren sanear el poder judicial cuando hemos visto casos y no nos vayamos muy lejos, la reciente sentencia primero a favor de Milton Arcia y luego que la misma Corte corrige.
Pero nosotros sabemos que ese es un error administrativo jurídico que se da en el poder judicial. Porque si das una resolución no la podés revocar en 24 horas. ¿Por qué no es creíble (el poder judicial)? Porque se dan esos grandes errores y esos errores vienen a destruir la institucionalidad.
::: Hay quienes también dicen que este nombramiento podría tener que ver con el hecho de que usted es asesor de monseñor Abelardo Mata.
No. Porque soy asesor del obispo, directivo de derechos humanos y también le manejé una universidad de él. ¿Qué es lo que indica? Que yo le he manejado el equipo de asesoría al obispo. ¿Qué es lo que crea suspicacia? Que después de un diálogo con los obispos a mí me nombran meses después. Yo le dije a monseñor: “Mire el contexto en el que me están eligiendo”. Pero como yo ya había sometido mi expediente al tribunal y tengo que conectarlo, porque creo que por ahí viene, les genera suspicacias a muchos que creen que yo llegué por la Conferencia Episcopal y yo no asesoro a la Conferencia Episcopal, asesoro al obispo Mata y él no ha pedido nada.
::: Y el obispo ¿qué le dice?, ¿cómo mira su nombramiento?
Él siempre me ha dicho que integremos el poder judicial porque es uno de los bastiones que más hemos criticado y que adentro haríamos un trabajo enorme como organización.
::: Y el obispo seguiría criticando al Gobierno ¿o ya no?
No habrá ninguna variación porque él es presidente de las comisiones de paz que se dedican a hablar temas de derechos humanos y es un hombre fuertemente crítico. Él no va a variar su lenguaje sobre la denuncia.
::: ¿Y cómo va a quedar la ANPDH con su salida?
Pues viene la junta directiva, se encuentran en reunión extraordinaria jurídicamente tres veces al año y se reúnen para nombrar al nuevo director de la institución.
::: Usted me decía que ese cargo lo ejercía sin que le pagaran salario, ¿va a ganar sueldo en el Tribunal o también trabajará gratis?
Yo no recibía salario en la ANPDH pero sí tenía una asesoría donde recibía dinero.
::: ¿Pero ahora en el Tribunal sí?
¡Ah! Claro. Como todo profesional vos tenés que recibir tu salario porque vas a dar tu fuerza física ahí.
::: Y si en un dado caso, por las críticas deciden despedirlo, ¿eso no le va a afectar?
Yo entiendo que sí me va a afectar. Yo sé que si un día hago una crítica fuerte me van a correr.
::: ¿Usted le puede garantizar a esa gente que le tiene confianza que va a seguir criticando?
Yo lo he dicho en más de 25 entrevistas que me han hecho en dos días a mí: yo siempre voy a seguir manejando el mismo trabajo y van a escuchar siempre mi voz en la institución donde yo esté.
::: ¿Y qué va a pasar con el trabajo que han hecho con los rearmados?
Eso, la institución que se llama ANPDH, que no es el obispo Mata ni es Roberto Petray, va a seguir con ese trabajo y a toda denuncia que llegue se le va a dar seguimiento en esa misma línea.
::: ¿Usted ya queda desvinculado?
Claro que quedo desvinculado de los rearmados, porque ya paso a otra institución. Lo que te digo es que me voy a mantener en el equipo de asesoría del señor obispo. Con eso te digo mucho. Porque él no va a quedar solo ahí.
::: ¿Y el hecho que usted ya no esté viendo las denuncias de rearmados pueda afectar al obispo que lo va a tener que ver solo?
No, porque me limito a las funciones del poder judicial. Tengo un horario para eso. En qué puede afectar ¿porque es “ad honorem”?
::: ¿Y no le parece que quizás esto era lo que buscaban con este nombramiento? ¿Separarlo de las denuncias de los rearmados?
Esa fue la pregunta de cajón de todos los periodistas que me llamaron y hasta los del exterior. Me preguntaron si me estaban separando de ese argumento que nosotros manejamos con documentos en mano. Monseñor siempre va a mantener la misma denuncia, porque son sus feligreses, es la población que busca a los obispos. Esa misma denuncia monseñor la va a investigar con el equipo que quede.
::: ¿Y no cree que sea mal visto que usted ya no atienda las denuncias de rearmados?
En este contexto crea suspicacias con el tema de los rearmados. En este contexto me está metiendo en problemas a mí porque sale el tema de los armados y el otro que critican que es el del diálogo.
::: ¿No teme que luego lo miren como mucha gente ve al Cosep por ejemplo, que se le critica por mantener una fuerte alianza con el Gobierno. O lo que han hecho algunos partidos políticos sobre la misma línea?
Yo tengo desde el noventa que volví del exterior y nunca he militado en el Frente Sandinista. Y he sido uno de los críticos más fuertes del Gobierno. Yo nunca he pertenecido a un partido político. Y si me quieren vincular a ellos, yo miraré en el camino si esa línea me puede perjudicar. No voy a jugar el juego de los políticos, por ejemplo en la Asamblea que dicen una cosa y salen con otra cosa. Si eso pasa, yo mismo miraré el momento para retirarme.
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