14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Mitos sobre sexualidad femenina: la vagina

Me atrevo a decir que la vagina es el órgano al que tenemos acceso, que las mujeres más desconocemos. Las mujeres tienen la mala costumbre de no explorar ni conocer sus genitales. De esta falta de familiaridad con el propio cuerpo, surgen una serie de mitos relacionados.

Ana Salgado

TERAPEUTA SEXUAL Y DE PAREJAS

[email protected]

www.tusexosentido.com


Me atrevo a decir que la vagina es el órgano al que tenemos acceso, que las mujeres más desconocemos. Las mujeres tienen la mala costumbre de no explorar ni conocer sus genitales. De esta falta de familiaridad con el propio cuerpo, surgen una serie de mitos relacionados.

Algunos de los mitos más comunes con respecto a la vagina son:

*La vagina huele mal: una vagina saludable no huele mal, huele a genitales. Cada vagina huele diferente, como cada persona.

*La vagina huele a mariscos: si una vagina huele así es porque está enferma, no porque ese sea un olor natural de la vagina. Hay que visitar a un ginecólogo para resolver el problema.

*La vagina hay que lavarla por dentro: la vagina tiene su propio sistema de limpieza, mantiene una población saludable y beneficiosa de bacterias que la mantienen limpia y en buen estado de salud. Uno necesita, efectivamente, lavar muy bien su vulva (los genitales externos) con agua y jabón, pero jamás lavar la vagina por dentro con jabones o con duchas vaginales. Estos productos inicialmente eliminan el olor natural que tienen los genitales, pero desbalancean el PH vaginal, matando las bacterias buenas y dejando la vagina desprotegida contra infecciones vaginales. Una vagina enferma huele realmente desagradable y las personas tratan de remediarlo lavándose o duchándose más y por tanto, haciendo más grave el problema.

*El exceso de actividad sexual agranda la vagina: este mito viene de la idea de que la vagina es un hoyo. En realidad la vagina es un espacio virtual, es decir que sus paredes en estado natural están juntas y más bien se van amoldando a la forma y tamaño de lo que entre (pene, dedos, etc.) o lo que salga (bebés). La fuerza de una vagina entonces viene no de ella misma, sino de los músculos que la rodean (músculo pubococcígeo).

Lo que de hecho muchas mujeres observan es que a través del tiempo su vagina se siente ensanchada a la hora de tener relaciones sexuales, pero esto no se debe a la cantidad de actividad sexual sino a eventos como el parto y/o el envejecimiento que pueden disminuir la tonicidad de los músculos que rodean la entrada de la vagina o producir desgarros en los mismos. En este caso, hacer ejercicios Kegel ayuda a prevenir y reparar estos daños. En casos extremos, se requiere cirugía para reconstruir los músculos dañados.

Nosotras mitos sexualidad archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí