Mónica García, Humberto Galo y Auxiliadora Martínez
En la casa de doña María Martínez, en el barrio Puerto Cabezas, de Boaco, no se comen frijoles desde que empezaron a ponerse caros. En las pulperías ha empezado a escasear el grano, por lo que la libra de frijol rojo cuesta 26 córdobas.
En los mercados de los municipios de Boaco, el grano se cotiza entre 25 y 27 córdobas.
El encarecimiento del grano es general en el país. Aunque el Gobierno y los gremios culpan a los distribuidores y comerciantes intermediarios de acaparar el grano, obtenido en la última cosecha, en los mercados populares se asegura que el alza es porque no entra suficiente frijol para vender.
Los comerciantes de los principales mercados de Managua afirman que no existe acaparamiento y que el problema es porque no está entrando suficiente frijol rojo para vender.
Por ejemplo, en el Mercado Iván Montenegro este domingo los abastecedores del producto solo llevaron treinta quintales para cubrir el centro de compras. Aquí la libra se cotiza en 24 córdobas por la poca existencia.
“Lo que tenemos aquí en nuestras bodegas es maíz o frijol tico. Ni siquiera los más grandes comerciantes embodegan. Estoy seguro que nadie tiene treinta quintales. La verdad es eso, no hay frijol (rojo)”, dijo Fausto Ordóñez, comerciante del Iván Montenegro.
ESCASEZ GENERAL
El abastecimiento de granos básicos a los mercados populares proviene de los distribuidores del norte del país, principalmente de Nueva Guinea, San Carlos, Siuna, Matagalpa y Estelí, según los comerciantes.
En el Mercado Roberto Huembes el quintal se les vende a los comerciantes en 2,300 córdobas. La mayoría en el Huembes no compra grano negro y tampoco almacena rojo por temor a perder inversión.
En el Mercado de Mayoreo otros comerciantes que compran el quintal de frijol en 2,100 córdobas tardan en venderlo hasta 15 días aproximadamente. Por eso, ellos no compran más de 200 quintales.
Nicolás Gallard es uno de los pocos comerciantes del Mercado de Mayoreo que pagó el quintal del “rojito” a 2,300 córdobas. “Hace 15 días que lo compro así, es que casi no
viene, son pocos los (distribuidores) que traen quintales”, afirmó.
Gallard en su pequeña bodega tiene unos cincuenta quintales de frijol rojo. Afirma no tener día fijo para abastecerse, porque no sabe cuándo llegará el distribuidor.
REEMPLAZAN CON HUEVOS
La falta de frijol en el plato de las familias de escasos recursos es sustituida por el huevo, que igual subió cincuenta centavos por unidad en algunas pulperías de la ciudad de Boaco, pero es más barato que el frijol, porque oscila en 4 y 4.50 córdobas por unidad.
Isabel Rodríguez, del barrio San Nicolás, en la ciudad de Boaco, dijo que tanto su salario como el de su esposo no les alcanza para comprar frijol rojo, siendo las opciones comerm más tomates, huevos y aguacate.
Cecilia Jiménez, del barrio San Miguel, las veces que ha logrado comer frijol rojo, desde que se puso caro, es porque
su mamá le regala.
“Por lo menos yo no tengo trabajo y mi marido tiene una ventecita. La falta de frijol la sustituimos con arroz, cuajada que está cara también y huevos, porque tengo mis dos gallinitas”, expresó Jiménez.
PREOCUPACIÓN EXTREMA
La falta de lluvia en el campo está afectando los planes y fechas de siembra de frijol rojo. Otros rubros como maíz, arroz y sorgo los productores no quieren arriesgarse a cultivar en estos momentos y esperan que llueva.
“La carencia de lluvia en mayo hizo que se moviera la fecha de cultivo. Este fin de semana fue la fecha en la que los productores habían contemplado iniciar sus siembras de frijol, pero la lluvia aún no cae”, afirmó Harold Calvo, coordinador de la organización Alianza de Semilla Criolla.
Agregó que la gran mayoría de los productores no han sembrado (al menos que tengan sistema de riego), y otros que normalmente sembraban cinco manzanas, solo sembraron una para ver el comportamiento del clima y no perder dinero.
La organización espera que la situación de la lluvia se normalice en esta semana, de lo contrario temen que la seguridad alimentaria del campo se vea seriamente comprometida.
“Previendo que habrá una sequía casi extrema, nuestros más de 35 mil asociados están indentificando y valorando todas las semillas criollas que tienen y que se adaptan al cambio climático”, precisó Harold Calvo, también coordinador de la campaña Semillas de Identidad. Explicó que las semillas criollas y acriolladas por su diversidad genética se adaptan al cambio climático en este caso a la sequía, porque su ciclo productivo es más corto y su producción es más barata porque no necesitan agroquímicos para producirse. “Estamos hablando de semillas de ciclo corto, las cuales estarían cultivándose en cincuenta días”, dijo. Calvo sostuvo que este tipo de semillas se usarán en cultivos de arroz, maíz, frijol y sorgo y se cultivarán en León, Estelí, Nueva Segovia, Matagalpa, Jinotega, Carazo, Rivas y Masaya.
13 y 15 córdobas cuesta la libra de frijol negro en los mercados populares capitalinos. Pese a ser más barato que el rojo, es poca la demanda que tiene de los consumidores porque no sirve para preparar el gallo pinto.
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