Washington/EFE
Un grupo de legisladores demócratas de Estados Unidos propuso hoy tratar como refugiados a los menores inmigrantes centroamericanos no acompañados que están llegando en las últimas semanas a la frontera con México.
Así lo reclamaron tres senadores y dos miembros de la Cámara de Representantes en una rueda de prensa en la que expusieron un plan de respuesta a la crisis ocasionada por el torrente de niños no acompañados procedentes de Centroamérica -especialmente de Guatemala, El Salvador y Honduras- que cruzan la frontera sur.
“Esto es mucho más que un asunto migratorio, es un asunto de refugiados que ya hemos visto en otras partes del mundo y tenemos que hacer algo para pararlo”, dijo el senador Robert Menéndez, presidente del Comité de Exteriores del Senado.
“En un plazo inmediato, tenemos que tratar efectivamente la situación y satisfacer las necesidades de estos niños, eso significa respetar la ley actual”, añadió Menéndez.
Los legisladores exigieron que se respeten las leyes estadounidenses y los tratados internacionales que, recordaron, incluyen protecciones especiales para los menores que llegan sin acompañamiento, para quienes solicitan asilo y para las víctimas del tráfico de personas.
Además, reclamaron a la Administración que preside Barack Obama que continúe con sus esfuerzos para combatir la actividad criminal y el contrabando de personas en la frontera.
También pidieron al Departamento de Estado y a la Agencia Estadounidense de Desarrollo Internacional (Usaid) que apoye a los gobiernos centroamericanos en la prevención de la violencia, para que la situación actual no se vea agravada en el futuro.
Asimismo, el senador demócrata Dick Durbin anunció que el Comité de Asignaciones del Senado ha aprobado ayudas por valor de 100 millones de dólares destinadas a Centroamérica para el año fiscal 2015.
Según autoridades estadounidenses, en el año fiscal 2013 que concluyó en septiembre pasado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) registró unos 24.000 niños de El Salvador, Guatemala y Honduras que cruzaron la frontera sin compañía y para mayo de este ejercicio el número se había duplicado hasta los 47,000.