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Para el hombre que acaba de convertirse en el empleado más nuevo de España, el trabajo es ahora una prioridad. El rey Felipe, que juró esta semana después de haber esperado hasta la edad de 46 años para obtener su puesto actual, dijo a los legisladores que el país debe redoblar sus esfuerzos destinados a encontrar trabajo para los jóvenes.
Con España atormentada por la segunda tasa de desempleo más alta de la Unión Europea, ese tema amplía la tarea inconclusa del reinado de su padre, Juan Carlos.
“Resolver sus problemas, y en particular la obtención de un empleo, es una prioridad para la sociedad y para el Estado”, dijo el nuevo jefe de Estado.
“No hay un verdadero esfuerzo por resolver el problema”, dijo Carlos Alcaraz, de 27 años, nativo de Alicante, en el sur de España, donde la tasa de desempleo de los jóvenes alcanza 29 por ciento. Él está capacitándose nuevamente para ser profesor después de haberse esforzado por conseguir trabajo como arquitecto. “Un nuevo rey no cambiará mucho las cosas”.
La tasa de desempleo correspondiente a los menores de 30 años en España alcanza 43 por ciento en comparación con la tasa general de 25 por ciento conforme la generación más joven, que creció durante una época de prosperidad después de que España se incorporó a la Unión Europea, no goza de las mismas condiciones del mercado de trabajo que sus mayores.
Aproximadamente la mitad de los que trabajan tiene contratos temporarios. Esto representa el doble de la tasa promedio para la población en actividad, una situación que mantiene a un 75 por ciento viviendo con sus padres, muestran datos publicados por el consejo de la juventud.
“No hay ningún indicio de la renovación que pidió el rey”, dijo Luis Ortiz Gervasi, sociólogo de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona. “Al contrario, el Gobierno está destruyendo organismos como el consejo de la juventud o el instituto de la mujer que precisamente apuntan a las principales inequidades sociales que se agravan”.
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