La población nicaragüense tiene una alta percepción de los riesgos, reveló un estudio que explora las percepciones y prácticas de la población urbana sobre situaciones de desastres y emergencias y su impacto en la salud humana, realizado por la Universidad Paulo Freire a través de su Instituto de Ciencias de la Salud (ICS).
Steven Cuadra, investigador del ICS, explicó que entre los principales hallazgos, el 92 por ciento de los entrevistados refirió que la probabilidad de sufrir un desastre o una situación de emergencia es muy alta en Nicaragua.
El 56 por ciento no mencionó como grupos vulnerables ante estas situaciones a las personas de la tercera edad y a las personas con capacidades diferentes.
Tomando en cuenta la experiencia vivida durante los eventos sísmicos de abril pasado, la población refiere que se siente mejor preparada, altamente informada y que siente mayor apoyo de las instituciones de Gobierno.
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El estudio se realizó a través de una encuesta en 433 hogares en tres municipios del país: Mateare, Ciudad Sandino y Managua. Se entrevistó en mayo del 2014 a 1,160 personas mayores de 16 años.
El 97 por ciento de la población, según Cuadra, reconoce como situaciones de desastres principalmente aquellos eventos súbitos tales como terremotos, maremotos, erupciones volcánicas e inundaciones.
Solamente el tres por ciento de los entrevistados en el informe reconoció como desastres o situaciones de emergencia aquellos eventos que se producen de forma progresiva y a lo largo del tiempo, tales como sequías, deforestación, contaminación de recursos naturales y deterioro del ambiente urbano.
El estudio también revela que la población está consciente del importante impacto que las situaciones de desastres y emergencias ejercen sobre la salud humana, mencionando especialmente las muertes, accidentes, lesiones y heridos que el fenómeno natural ocasiona directamente sobre la población afectada, así como sus efectos posteriores al siniestro.
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