Bogotá/EFE
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) pondrán hoy punto y final a la tregua de 22 días decretada con motivo de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia y durante la cual Juan Manuel Santos fue reelegido.
El grupo guerrillero declaró este alto el fuego con el objetivo de no interferir en el proceso electoral del 15 de junio, en el que Santos ganó con un 50,95 % de los votos por delante de su opositor, el uribista óscar Iván Zuluaga, muy escéptico con la negociación política de La Habana.
Se trata del cuarto alto el fuego unilateral emprendido por las FARC desde que inició el proceso de paz con el Gobierno de Santos en Cuba, en noviembre de 2012, unos ceses a la actividad armada que se han prolongado, en total, durante cuatro meses.
Y en esta ocasión, según los analistas consultados por Efe la tregua se cumplió al 100 %, ya que hubo seis acciones armadas, “todas por iniciativa del Gobierno o Fuerzas Militares”, explicó Ariel vila, coordinador del Observatorio de la Fundación Paz y Reconciliación.
La más grave de estas acciones ocurrió en el departamento de Antioquia (noroeste), en la que murieron varios guerrilleros.
Según el analista, este hecho es interesante ya que las unidades de las FARC que actúan en el departamento (los frentes 34, 36 y 18), que son sobre los que “se tenían dudas” de si acataban las órdenes de la dirección, “no reaccionaron al bombardeo”.
“Las FARC ratifican el mensaje de que su estructura esta unida y tienen mando sobre ella”, agregó vila.
Una vez finalice el cese el fuego esta medianoche, “es posible ver un aumento de las acciones armadas” de la guerrilla, opinó vila, debido a que no pudieron conmemorar sus 50 años, cumplidos el pasado 27 de mayo, por estar en tregua por la primera vuelta.
Aunque matizó que “las FARC ya están pensando mucho en la opinión pública” a la hora del actuar, por lo que el espiral no sería de envergadura.
Por su parte, el Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto (CERAC), sí documentó una violación del alto el fuego: un hostigamiento a la estación de Policía del municipio de Solano, en el sureño departamento del Caquetá, en el que no se produjeron víctimas.
El expresidente lvaro Uribe (2002-2010) denunció que las FARC aprovecharon este contexto para forzar a los campesinos de algunas regiones a votar por Santos, una afirmación que hoy ha sido tachada por la propia guerrilla como un “delirio”.
“Es el colmo del cinismo que quien tamaña falacia pregona sea precisamente el mismo que en elecciones anteriores resultó victorioso por medio del método infame de la intimidación y el chantaje que pretende adjudicarnos”, dijo el grupo guerrillero en un comunicado.
Pese a la tranquilidad en las filas de las FARC, quienes sí han estado activos en estos últimos días ha sido el Ejército de Liberación Nacional (ELN), guerrilla con la que el Gobierno mantiene diálogos exploratorios de paz desde enero de este año.
El ELN, que este viernes cumplirá también 50 años, se ha ensañado en los fronterizos departamentos de Arauca y Norte de Santander (noreste) con el oleoducto Caño Limón-Coveñas, que mantiene paralizada su producción por los ataques.
Además, el domingo atentó con un cilindro bomba contra un campamento de esta infraestructura e hirió a 13 trabajadores petroleros.
En el Chocó, en el otro lado del país, el ELN mantiene un fuerte enfrentamiento contra una estructura de la banda narcoparamilitar de Los Urabeños por el control del territorio que ha causado en las últimas semanas el desplazamiento de cientos de familias indígenas de la zona.