Mientras España se venía de bruces contra el piso, Costa Rica se volvía un fabricante de asombros, en una copa del mundo, que avanzará mañana hacia cuartos de final.
A España le tocará hablar de su renovación y de ajustar un sistema que cautivó al mundo, pero que ya fue descifrado. A Costa Rica de cómo prolongar la magia y la inspiración que les hace vivir una realidad más sorprendente que la imaginación.
Y mientras eso sucede, 24 equipos han regresado a sus casas con sensaciones distintas. Unos con la frente en alto. Otros con vergüenza en la cara. Incluso, hay algunos que han retornado en medio de acusaciones que ponen en duda su honorabilidad.
OCHO SOBREVIVIENTES
Lo esencial, es que aún hay ocho equipos que han sobrevivido. Que han sufrido, pero han resistido. Y eso los hace mejores que los que se fueron. Ahora enfrentan otra prueba más severa.
Está claro que Brasil no ha jugado bonito. Que Holanda atropelló y luego se agazapó. Qué Argentina sufrió en extremo y que Alemania necesita ajustar su mecanismo defensivo. Que Francia ha sudado al máximo y Bélgica tuvo que excederse.
Solo Colombia ha avanzado sin sufrimiento. A los demás, los identifica el hecho de que, a pesar de haber sido acorralados, resistieron y siguen. Y como dijo Aragonés, “jugar bien, si se puede, pero sobre todo, ganar”.
LOS PORTEROS, BÁRBAROS
Este Mundial aún tiene pendientes tres etapas, pero ya acumula más goles (154) que Sudáfrica 2010 (145) y Alemania 2006 (147). Y sin embargo, los porteros han sido los grandes protagonistas.
Tim Howard fue el más atacado, pero el que más se defendió. Guillermo Ochoa paró a brasileños y holandeses con lo que pudo, hasta con la cara, mientras Enyeama le amargó la vida hasta el propio Lionel Messi. Navas ha sostenido a los ticos y Neuer parecía un zaguero.
James Rodríguez metió el gol del torneo. Un dominio de balón, giro y disparo geniales. Van Persie despachó uno de “palomita” ante España, también sensacional. Mientras Villa y Schuerrle, daban taconazos fantásticos.
EE. UU. compitió y dejó buena impresión. Y casi deja huella con una jugada sublime, a la que solo le faltó un poquito de sutileza en el último instante ante Bélgica.
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