Ana Cruz
Ni la Guardia Nacional, ni los sandinistas lograron matar en las guerras de los años setenta y ochenta a Encarnación Valdivia, mejor conocido como “El Tigrillo”, fundador de las Milicias Populares Antisandinistas (Milpas), quien la madrugada de este miércoles se rindió a la muerte por problemas cardiacos, en “un lugar lleno de paz”, como él siempre describió a su hogar.
“El Tigrillo” murió en la comunidad El Coyolito, en el municipio La Concordia, departamento de Jinotega.
Roberto Ferrey, vicepresidente del Partido Resistencia Nicaragüense, explicó que Valdivia falleció a los 66 años de edad.
UN HOMBRE TEMERARIO
En una entrevista brindada a la revista Magazine de LA PRENSA, en el 2004, “El Tigrillo” relató que cuando inició las Milpas con solo 12 hombres, igualmente campesinos como él, no conoció el temor pese a que en esos tiempos fue perseguido por los sandinistas, los cuales fueron descritos como los momentos más difíciles de su vida.
Pese a que ya había sido olvidado por quienes lo querían matar, “El Tigrillo” seguía siendo un hombre desconfiado y afirmaba haberse hecho “Contra” porque estaba cansado de hacer todo lo que Daniel Ortega decía que hiciera, pero principalmente por las filas que tenían que hacer para poder comer.
“El Tigrillo” vivió sus últimos años sembrando sus cincuenta manzanas de tierra junto con su familia.
Como un hombre temerario, valiente y patriótico es como Roberto Ferrey describió a Valdivia y aseguró que “El Tigrillo” se convirtió en un líder de la Contrarrevolución por su inteligencia innata, porque pese a no tener estudios formales era un hombre con una gran capacidad táctica.
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