Josué Bravo y Elízabeth Romero
Abandonar Nicaragua no fue fácil para Roberto Jiménez, quien llegó a Costa Rica hace un par de meses. Dejar a su esposa Maribel y a sus dos hijas menores, de 7 y 8 años, le partió el corazón en dos. Una parte de su vida quedó en Chinandega, pero la necesidad lo obligó a buscar nuevos horizontes.
“Tuve que venir al sur porque allá todo está muerto, no hay trabajo y lo poco que uno halla es mal pagado”, dijo Jiménez mientras degustaba un vigorón en el parque La Merced, en San José.
No es la primera vez que llega a Costa Rica. Su historia es la de muchos nicaragüenses que han retornado a Nicaragua queriendo hacer vida reunificándose con su familia, pero la pobreza los ha vuelto a expulsar.
“Quise poner un negocio y no pude. Trabajaba cobrando en buses y lo que ganaba no me alcanzaba para mis gastos. Aquí vine a hallar trabajo cuidando de noche una bodega”, sostuvo Jiménez.
A finales de mayo de 2014 LA PRENSA publicó que existen dos proyectos de ley para la atención y protección de los migrantes nicaragüenses que están a la espera de que los diputados decidan hacer las consultas necesarias para su aprobación.
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La consejera de prensa de la Embajada de Costa Rica en Managua, Carolina Rodríguez, reiteró lo dicho por el embajador Javier Sancho de que la inmigración nicaragüense en su país se ha incrementado.
“Sí se ha visto un incremento significativo en el aumento de nicaragüenses que diariamente se presentan en el consulado a solicitar la visa de ingreso a Costa Rica. Aproximadamente se están emitiendo entre 600 y 800 visas diarias”, sostuvo Rodríguez, quien recordó que desde noviembre a la fecha el consulado tico en Managua ha emitido más de 150 mil visas.
“Observamos que son emigrantes que deciden buscar opciones laborales en Costa Rica, debido al mayor número de trabajos en Costa Rica y que el salario es atractivo para que el nicaragüense quiera salir”, expuso Rodríguez.
Graciela Marsal, de la Red Nicaragüense de la Sociedad Civil para las Migraciones, señala que la falta de oportunidades en el país y la necesidad por mejorar sus condiciones de vida es lo que lleva a muchos nicaragüenses a emigrar hacia Costa Rica.
También considera que en esto incide mucho la demanda de mano de obra nacional para los trabajos temporales en labores agrícolas en el vecino país del sur.
Ella coincide con Rodríguez en que ha aumentado la migración de forma legal de los nacionales hacia Costa Rica, y lo considera que es como una forma de seguridad para los nacionales aunque represente mayor costo para ellos.
Y el incremento es obvio, según Marsal, pues a diario se aprecian las largas filas de solicitantes de visa frente al Consulado costarricense.
También hay muchos que aún salen de forma indocumentada, pues existe un flujo grande de población que no ha regularizado su situación en el vecino país, dijo Marsal.
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