Tatiana Rothschuh
Los mojones que delinean la ruta 4, desde el puente siguen su curso a un costado del río Tule aguas abajo, cruzando Los Humedales San Miguelito hasta el lago Cocibolca por el río Mariíta. Río arriba en un trayecto de 30 kilómetros por trocha recorridos, un total de 44 fuentes hídricas desembocan en el río Tule, entre ellos los ríos más conocidos: El Zapote, El Cojo y El Fajardo.
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Un futuro incierto. Así lo avecinan parte de los 800 pobladores que en casi 250 viviendas habitan en el asentamiento que surgió en las márgenes del río Tule, al conocer que en esa ruta la empresa HKND Group construirá supuestamente el Gran Canal Interoceánico.
El pueblo adyacente al puente, relativamente nuevo como la misma carretera que permite la comunicación terrestre hacia Río San Juan, desaparecería y en el proyecto del Gran Canal presentado por el empresario chino, Wang Jing, no contempla cómo enlazaría esa carretera que pasaría a ser internacional con la apertura del puente Santa Fe. Esta es una interrogante de sus pobladores.
Algunos sostienen que el río ha sido la razón de vida y podría ser su desgracia. Mientras los productores de las comarcas se resisten a sacrificar sus tierras, los pobladores de El Tule se sienten “manos arriba” porque solo cuentan con derechos de posesión que, según ellos, la municipalidad no les ha permitido inscribir en el Registro de la Propiedad Inmueble.
Según Manuel Antonio Vega, propietario de la soda La Gata, los chinos estuvieron haciendo mediciones en la calle de la entrada al pueblo y comentan que “la mitad del pueblo seria afectado”.
Alfredo Sequeira, responsable del Comité de Agua, asegura que el pueblo tiene más de 30 años de existir, pero “nadie tiene escritura inscrita, ni de su casita”, afirma.
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