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Angustia en campesinos

Angelita Pérez, de la comarca La Mora, en Chinandega, dejó de esperar que llueva para realizar la siembra de maíz y frijol del ciclo productivo de primera. “Porque fue un fracaso”, dice.

Saúl Martínez y Auxiliadora Martínez

Angelita Pérez, de la comarca La Mora, en Chinandega, dejó de esperar que llueva para realizar la siembra de maíz y frijol del ciclo productivo de primera. “Porque fue un fracaso”, dice.

[doap_box title=”Poca reserva” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Los ganaderos rastrean a cualquier precio la cascarilla de maní, pacas de arroz y melaza para alimentar al ganado, como alternativa ante la escasez de pasto. En el municipio de Villanueva, en Chinandega, los ganaderos acaban con los últimos jícaros como suplemento alimenticio.

Mientras de la comunidad Los Zarzales, de León, están llevando sus reses a fincas de parientes en Chinandega, porque las fuentes naturales de agua prácticamente se han secado.

Mientras en Boaco están incentivando a los productores para que siembren pasto de corte mejorado y se les da servicio de mecanización para hacer silos y heno, y almacenar comida para el ganado.

“En el almacén de la cooperativa vendemos productos como cascarilla de maní, semolina, harina de coquito, harina de maní, ajonjolí y soya”, dijo Francisco Aragón Marín, presidente de la Cooperativa Masigüito, de Camoapa.

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Mientras Raúl Terán, de la Asociación de Ganaderos de Chinandega (Asogachi), informó que al menos sesenta reses han muerto por hambre en el departamento, especialmente en los municipios de Somotillo y Villanueva.

Aunque persiste la sequía, los ganaderos reportan lluvias aisladas en esos municipios, lo que mantiene viva ciertas áreas de pasto. Pero Terán señaló que es grande la preocupación porque el informe técnico indica que la lluvia se instalará en pleno hasta septiembre próximo.

“Las alternativas alimenticias son la melaza y la gallinaza, que en muchos lugares no la usan por prohibiciones”, dijo.

En tanto, productores del municipio de San Juan de Cinco Pinos optan por vender animales o trasladarlos a zonas con manantiales de la vecina Honduras o a fincas de amigos o familiares de la zona sur, en busca de remanentes de pasto para evitar que sus animales mueran.

EN ALERTA

Igual se sufre por la sequía en Boaco, donde los productores temen que se prolongue la temporada con la canícula y con ello no haya suficiente reserva de alimentos para el ganado.

“A pesar que el clima en esta zona es diferente (húmeda), estamos con una campanada de alerta. Si se planta una sequía ahorita en la canícula, nos metemos también a problemas”, dijo Juan Ramón Aragón, presidente de la Cooperativa San Felipe, de Boaco.

Agregó que normalmente los productores se preparan con los residuos de las cosechas de maní, ajonjolí y gallinaza. “El año pasado compramos seis mil quintales y la gente no tuvo que andar corriendo, tuvimos suficiente abastecimiento y aún todavía tenemos algunos excedentes, sin embargo el clavo será al agotarse”, dijo el productor.

Los pequeños ganaderos en el corredor seco del país hicieron un llamado para que los proveedores de alimentos alternativos no se aprovechen de la situación e incrementen los precios de estos.

Economía asociación campesinos Chinandega archivo

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