Ivetti Cruz Martínez
En una pequeña comunidad vivía un hombre bueno que compartía todo lo que tenía. Un día él decidió visitar a un hombre que era muy adinerado, al llegar a la casa del ricachón este le dijo que había llegado una sorpresa para él, era una canasta con un hermoso lazo dorado. El hombre miró con asombro el regalo y al abrirlo lo que encontró fue mucha basura. Sin enojos el hombre vació la basura de la canasta y le llenó de flores y perfumes, el hombre rico pudo oler las fragancias de las flores y darse cuenta de que hay pobres ricos y ricos pobres.
Ver en la versión impresa las páginas: 7 B