Tania Sirias
Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, se refirió el día de ayer en la homilía dominical a los altos precios en los alimentos y dijo que “el acaparamiento es un crimen social”.
“No faltan alimentos, no falta pan ni faltan frijoles, lo que falta son corazones buenos, honestos que piensen en los demás”, expresó monseñor Báez.
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El jerarca católico recalcó en su mensaje que el problema no era que faltaran los alimentos, sino “que está acaparado en pocas manos”.
Agregó que el problema en Nicaragua era la falta de humanismo y de compartir, lo que está provocando que “nos estemos embruteciendo socialmente”, dijo monseñor Báez.
La homilía fue bien recibida por los ciudadanos en la Catedral de Managua, quienes lamentaban que el precio del frijol estaba arriba de los treinta córdobas.
LA AMBICIÓN
Monseñor Báez comentó que “la ambición y el deseo desenfrenado de acumular se convierte en un crimen social del acaparamiento de los alimentos y hace daño a la sociedad”.
Agregó que cuando existe verdaderamente la generosidad y el deseo de compartir, no falta el alimento a los pobres.
“Si hay abundancia, si las encuestas dicen que estamos creciendo económicamente a nivel nacional, que se está aumentando el Producto Interno Bruto (PIB), que están viniendo empresas extranjeras a invertir en el país, pero si el corazón sigue siendo egoísta, ambicioso y deshumano, habrá pobres que pasen hambre”, dijo monseñor Báez.
Además lamentó que la población esté sufriendo por el alza de los alimentos y que les cueste llegar a fin de mes para poner comida en la mesa.
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