Lucydalia Baca y Moisés Martínez
El barco con 50,000 quintales de frijol rojo que Honduras compró en Etiopía, debía llegar a ese país el 25 de julio, pero fue hasta tres días después de esa fecha que zarpó de ese país y llegará a Centroamérica en septiembre.
“El tema fue aclarado totalmente con el Gobierno de Honduras… No hay perdida de nada, lo que sucedió es que en pláticas fuera de los términos contractuales de la empresa se planteó la posibilidad de poder llevar en fechas más optimistas las entregas”, aseguró Jorge Granera Sacasa, director ejecutivo de GSI Trading Inc., empresa contratada para concretar la compra.
NO HAY INCUMPLIMIENTO, DICE GRANERA SACASA
Granera Sacasa insiste en que no hay ningún incumplimiento de contrato y también atribuye el retraso en el traslado del grano, —que el país vecino importó para contrarrestar la escasez—, a que el Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola (IHMA) abrió la carta de crédito en “términos y forma en los que se está cumpliendo en el despacho” y no en los que se manejaron mediáticamente.
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La semana pasada funcionarios del Gobierno de ese país dijeron que el barco con el cargamento de frijol estaba “ilocalizable”.
El ministro de la Secretaría de Desarrollo Económico de Honduras (SDE), Alden Rivera, confirmó vía telefónica a LA PRENSA que después de varios días sin poder comunicarse con Granera Sacasa y otros funcionarios de GSI Trading Inc., retomaron la comunicación. “El barco salió el 28 de julio y se espera que llegue con una parte del cargamento entre el 11 y 12 de septiembre”.
¿EMPRESA ESTÁ EN PANAMÁ?
Pero mientras Rivera dice que la empresa contratada para concretar la compra tiene su sede en Nicaragua, Granera Sacasa justifica la carencia de una oficina o teléfonos a que esta es una empresa panameña, de la que es socio y en la que trabaja, “desde cualquier país dónde se encuentre”, haciendo uso de las herramientas que actualmente otorga la tecnología.
Se limitó a brindar un número de teléfono celular para cualquier consulta con la empresa, que también carece de un sitio web.
No obstante, de acuerdo a consultas realizadas en el sitio web del Registro Público de Panamá, la empresa GSI Trading Inc. no se encuentra en la base de datos de esta dependencia, es decir, no está inscrita en el país canalero.
Granera también tomó distancia del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y de la empresa Alba Alimentos de Nicaragua (Albalinisa), que forma parte del Grupo Alba.
Pidió no ser vinculado con estas organizaciones, “no porque eso sea malo, sino porque no trabajo en ellas”.
Pero hace dos días, cuando LA PRENSA lo buscó en las oficinas del grupo Alba, el vigilante dijo que se encontraba en las oficinas de la secretaría departamental del FSLN, donde a su vez pidieron buscarlo en las oficinas de la secretaría del partido, donde vive y despacha el presidente Ortega.
Además, cuando se llama a las oficinas del grupo Alba y se pregunta por él, pasan la llamada a las dependencias de Albalinisa.
ES UN HOMÓNIMO
Según Granera Sacasa, desde los años ochenta, muchas personas equivocadamente lo identifican como miembro de instancias del partido sandinista y ahora de las empresas del Grupo Alba.
Asegura que la confusión surge porque existe otra persona que lleva su mismo nombre. “Creo que es un señor que se llama Jorge Granera Berríos y tal vez se refieren a él. No sé si él trabaja ahí, pero estoy investigando y seguro que voy a dar con eso”, afirmó.
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