Lucía Navas
La propuesta de los sindicatos de aumentar en 17.5 por ciento el salario de los carpinteros, albañiles y armadores es “imposible de pagar” para la Cámara Nicaragüense de la Construcción (CNC).
José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), espera que esta misma semana resuelvan el problema y acabe la discrecionalidad, sobre todo de la DGI al no permitir a las empresas, como de la zona franca, obtener las exoneraciones fiscales cuando sus proveedores tienen problemas con Ingresos.
La DGI y la DGA no acatan las resoluciones del Tribunal Aduanero Tributario Administrativo y de la Corte Suprema de Justicia a favor de los reclamos interpuestos por las empresas.
Aguerri igual espera reunirse a la brevedad con las autoridades del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino para solucionar los excesivos trámites que deben cumplir los pasajeros.
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Hoy continúa la negociación del nuevo convenio colectivo del sector construcción, siendo el incremento a la paga de los obreros el tema más sensible. El anterior acuerdo se venció el 5 de agosto pasado, pero según los sindicatos y empresarios aún tienen un mes para alcanzar un pacto.
Pero el presidente de la CNC, Benjamín Lanzas, fue tajante en que el aumento “es inviable” y “causaría un grave problema seguir incrementando de forma indiscriminada los salarios en la construcción”.
¿Cuánto podrían incrementar?, se le consultó.
Nada. El trabajador de la construcción es el mejor pagado, el salario promedio anda en 8,089 córdobas, cuando otras actividades como la agricultura es mucho menos (5,332 córdobas)”, respondió Lanzas.
Luis Barbosa, presidente de la Confederación Sindical de Trabajadores José Benito Escobar (CST-JBE), argumentó que la propuesta la basan en la devaluación de la moneda, el crecimiento del país y los costos que cobran las constructoras por las obras.
“Por metro cuadrado si hablas de vivienda de interés social anda en 250 dólares, en residencial de 400 a 500 dólares, edificios de 700 hasta mil dólares, eso les permite pagar y tener ganancias a los empresarios”, alegó Barbosa.
INFORMALIDAD LOS AFECTA
Pero Lanzas dijo que demostraron “con un análisis serio” cómo está dañando al sector la informalidad y los altos salarios, así como “la construcción está decreciendo de forma acelerada” por menos inversión.
Barbosa refutó diciendo que habría una recuperación con los proyectos públicos que el Gobierno orientó ejecutar.
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