Desde el 2005 que la Copa Centroamericana se dividió por grupos, por primera vez la Selección Nacional quedó en el de tres equipos. En esta edición, que arranca el 3 de septiembre en diferentes ciudades de los Estados Unidos, a los pinoleros les tocó los rivales más fuertes: Costa Rica y Panamá.
Conscientes de la particularidad del grupo y fortaleza de los rivales, Enrique Llena ha diseñado un sistema de juego de muchas precauciones con una línea de cinco defensores para evitar goleadas, pero sobre todo, sorprender al mundo clasificando a la semifinal del torneo y la Copa Oro. “Con dos empates sin goles podríamos conseguirlo”, razona Llena.
Las diferencias entre Nicaragua y sus adversarios son abismales. Dos resultados 0-0 son una quimera, incluso con goles. “Todo eso como lo podemos contrarrestar es por medio de la táctica, el sistema y su desarrollo táctico”, defiende Llena, quien lo pondrá a prueba mañana (3:00 p.m.) contra Guatemala, en Antigua.
“Hemos de ser conscientes que teóricamente y sobre el papel Nicaragua es inferior a Panamá y Costa Rica. Lo cual no quiere decir que está todo perdido. El futbol no es una ciencia exacta, no gana siempre el mejor o el más fuerte”, sostiene.
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