Humberto Galo Romero
El economista Adolfo Acevedo alerta del impacto que tendría para la industria textil nicaragüense el no conseguir este año la extensión del Nivel de Preferencia Arancelaria, conocido como TPL, cuyo sector podría sufrir una dura contracción en el empleo.
Según Acevedo, un porcentaje importante de las prendas de vestir de tejido de punto maquiladas en Nicaragua ingresan al mercado estadounidense bajo TPL, cuya dispensa vence en diciembre próximo.
“Se ha estimado (Duke CGGC, 2014) que el empleo en las veinte empresas más grandes de Nicaragua puede reducirse tanto como en un cincuenta por ciento. Dado que estas veinte principales compañías representan ochenta por ciento del empleo en la industria textil y de prendas de vestir para la exportación, esto sería equivalente a una contracción del cuarenta por ciento para toda la industria textil”, dice .
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TAMBIÉN SE IRÍAN
Otra amenaza, que señala el economista para la industria textil local, es que la mayor parte de las empresas que operan en Nicaragua bajo el régimen fiscal de zonas francas son subsidiarias de fabricantes con sede en Asia, y que por tanto podrían moverse a esas regiones.
“Cuando expiren los TPL, estas empresas están plenamente dispuestas a trasladar las órdenes a fábricas ubicadas en otras localizaciones en sus redes de producción global”, sostiene Acevedo.
El economista advierte que Nicaragua ha desarrollado en los últimos años una fuerte dependencia de las exportaciones de textiles para generar empleo.
Según cifras facilitadas por Acevedo en el 2012, el sector de zona franca de Nicaragua acogió 71 establecimientos dedicados a la fabricación de textiles y prendas de vestir, las que empleaban 70,687 personas, cerca del 62 por ciento, de las cuales estaban ocupadas en la confección de prendas de punto.
PEQUEÑA ESPERANZA
Acevedo ve posible “que una nueva preferencia comercial reemplace el actual régimen”. Recuerda que en el Congreso de los Estados Unidos “a partir de mediados de febrero de 2014 se han propuesto dos opciones (las propuestas de Ley de Feinstein y Hagan). Cualquiera de estos proyectos de ley propuestos, si es que acaso alguna logra seguir adelante, puede ser modificada, o pueden surgir nuevas iniciativas”.
Explica que “el proyecto de Ley Feinstein (Feistein Bil), que es el único que extiende el periodo del actual régimen TPL, haría mucho más que la propuesta Hagan en términos de estabilizar los actuales volúmenes de producción y empleo en Nicaragua”.
En el caso de “la ley Hagan (Hagn Bill) está dirigida a un pequeño número de importadores de prendas de vestir de tejidos planos y no proporcionaría ningún beneficio para el segmento de la industria de géneros de tejidos de punto, que es el que genera la mayor parte de las exportaciones y el empleo”.
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