Mientras el secretario de políticas públicas de la Presidencia, Paul Oquist, se mostró confiado de que pronto empezarán a llegar al país inversionistas extranjeros motivados a participar en la construcción del Gran Canal, un grupo de jóvenes de diferentes departamentos consideran que el proyecto carece de legalidad por cuanto no contó con consulta previa.
“Ya van a ver, una serie de delegaciones llegando de diferentes países para ver posibilidades de inversión en Nicaragua, atraídos por este ambiente, este clima inversionista y también por perspectivas que representa el Canal Interoceánico y su efecto multiplicador sobre la economía nacional”, afirmó Oquist durante su visita a la Mina La Libertad, en Chontales, el viernes pasado.
Mencionó entre otros interesados a inversores de Holanda y Alemania. Según Oquist, entre los sectores con mayor posibilidades con la construcción del Canal está el minero no metálico debido a que en este megaproyecto necesitarán el suministro de materiales de construcción, como arena, piedrín, entre otros.
“Y la demanda en la construcción del Canal va a ser enorme, allí sí, no hay ninguna duda, habrá más inversión y más producción, pero eso tiene efectos indirectos también porque esos materiales hay que transportarlos desde los sitios donde se encuentran las minas no metálicas a sitios de construcción”, refirió el funcionario.
Mientras al concluir el Diálogo de Juventudes ante los Desafíos del Gran Canal Interoceánico, los participantes emitieron un posicionamiento donde señalan que la información ofrecida por el Gobierno y la empresa HKND Group, concesionaria del Canal, ha sido insuficiente para conocer los alcances del proyecto. Igualmente señalan que la ruta seleccionada representa la destrucción del Lago de Nicaragua.
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