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Roy Moncada / Rezaye Álvarez M.
Que Managua haya literalmente “hecho aguas” una vez más, reportando estragos considerables en el Distrito Tres, tiene dos razones: que el aguacero del miércoles fue intenso, pero además que la administración municipal de la sandinista Daysi Torres no ha atendido los problemas que tienen carácter urgente.
En octubre del 2009 la Alcaldía de Managua asumió el reto de ejecutar el proyecto “anillo verde”, que apuntaba a potenciar la infiltración de agua en la zona alta de la ciudad, lo cual reduciría la erosión y la velocidades de las corrientes.
Casi cinco años después se repite el capítulo de inundación y colapso de los sistemas de drenajes porque no se ha cumplido con el compromiso.
Los trabajos, de haberse realizado, habrían mitigado en gran parte el impacto de los 126 milímetros de agua que cayeron una hora la noche del martes, según registros de la estación de Nejapa.
De acuerdo con el coronel Alberto Larios, jefe del Cuarto Comando Militar Regional, los pescadores fallecidos iban en compañía de otros ocho tripulantes, a bordo de la embarcación Michell y justo cuando comenzó la rayería uno de ellos realizó o recibió una llamada telefónica y se presume que eso atrajo el rayo que cayó sobre ellos, comentó el jefe militar.
Larios detalló que resultaron con quemaduras los pescadores Federico Mendieta de 18 años, Trifer Artola de 30 y a un tercer pescador que no tenían identificado.
RAMÓN VILLARREAL Y MABEL CALERO
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El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) reportó a medios oficialistas que desde Rivas hasta Chinandega se reportó la presencia de lluvias, y los acumulados oscilaron entre 10 y 40 milímetros de agua.
Según el coronel Rogelio Flores, jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil, la cantidad de lluvia registrada en Managua “no supera los déficit que venimos manejando del primer subperiodo lluvioso, porque hubo una concentración de este nivel de precipitación en áreas muy definidas”.
Alfredo Gutiérrez, concejal del Partido Liberal Independiente (PLI), señaló que la capital también tiene un sistema de drenaje obsoleto que data de los años setenta y que aún con esta realidad la administración de Torres no ejecuta obras de envergaduras.
“Se están haciendo algunos gaviones en zonas donde los cauces son naturales y las paredes están en peligro de colapsar, algunas pequeñas cortinas (construyen) pero nada que haga un cambio sustancial en cuanto al volumen de agua que desciende la cuenca sur”, aseguró Gutiérrez.
LLUVIA QUE NO BENEFICIA
Según el oficial de Gestión de Riesgo de Centro Humboldt, Abdel García, si bien la cantidad de lluvia que cayó el martes fue “demasiada”, eso no resuelve ningún problema.
“Suponete que un acumulado mensual sea de 200 o 150 milímetros, si te cae en un día no ayuda en nada, porque viene a extremar los problemas de la otra cara de la moneda, las inundaciones”, afirmó García.
García detalló que al haber un punto de altitud como El Crucero, que está a entre 800 y 1,000 metros sobre el nivel del mar, y un punto bajo, en este caso la zona costera del lago Xolotlán, a 40 metros sobre el nivel del mar, el agua se escurre muy rápido y violentamente en una distancia de entre 13 y 15 kilómetros, desde el punto más alto al más bajo, entonces esas aguas súbitas no ayudan a la recarga de los acuíferos.
Si bien refrescó el clima, por haberse producido en zonas localizadas, la lluvia ocurrida el martes en Managua “para efecto de las actividades agropecuarias no es ninguna ventaja”, dijo García.
EN OCCIDENTE
En un monitoreo comunitario que realiza el Centro Humboldt en Somotillo, Chinandega, se registraron 35 milímetros de lluvia.
Según García, la lluvia “animó a mucha gente y están preparando siembra aquí en la zona seca, eso le está dando un poquito de respiro a la gente y esperanza que se pueda cosechar”.
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