No solo los hechos violentos de la lucha política en Nicaragua deben ser conmemorados. Los nicaragüenses, al menos los que son demócratas, deben celebrar también las efemérides cívicas, pues, para formar conciencia de ciudadanía y cultivar y arraigar los valores de la libertad y la democracia, es muy importante conmemorar fechas especiales y hechos no violentos que por su gran significación y trascendencia abrieron el camino al progreso democrático de Nicaragua.
Tal es el caso del Día de la Constitución, que por mandato de la Ley 201 desde su reforma democrática de 1995 se debe celebrar cada primer lunes de septiembre. Sin embargo, bajo el régimen del presidente inconstitucional Daniel Ortega este día es ignorado por el mundillo oficial y ayer solo fue celebrado por la Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Politécnica (Upoli), en conjunto con un grupo de juristas democráticos llamado Projusticia.
Otra efeméride que aunque no es oficial tiene una gran significación histórica democrática, es la elección de doña Violeta Barrios de Chamorro como candidata presidencial de la Unión Nacional Opositora (UNO), ocurrida el 2 de septiembre de 1989, hoy hace 25 años.
El jueves 31 de agosto de 1989, el Consejo Político de la UNO se reunió especialmente para escoger al candidato presidencial que presentaría en las cruciales elecciones nacionales del 25 de febrero de 1990. Los precandidatos eran el doctor Virgilio Godoy, del PLI, a quien respaldaban también el partido Alianza Popular Conservadora, el Partido Popular Social Cristiano y el Partido Comunista, o sea en total cuatro de los 14 partidos que integraban la UNO; el ingeniero Enrique Bolaños, postulado por el Partido Nacional Conservador y respaldado además por el Partido Liberal Constitucionalista y el Partido Democrático de Confianza Nacional, que era una de las corrientes socialcristianas; y doña Violeta Barrios de Chamorro, propuesta por el Partido Socialista Nicaragüense y respaldada por el Partido Social Demócrata, el Movimiento Democrático Nicaragüense, Acción Nacional Conservadora, el Partido Acción Nacional (otra rama socialcristiana), el Partido Neo-Liberal Pali y el Partido Integracionista de América Central.
De acuerdo con el reglamento de la UNO su candidato presidencial debía tener el respaldo de por lo menos diez de los 14 partidos. Pero en la reunión del jueves 31 de agosto ninguno de los propuestos alcanzó esa mayoría y la elección se trasladó para el sábado 2 de septiembre. Ese día, después de intensas negociaciones de los partidos se decidió escoger una de tres fórmulas, todas con doña Violeta como candidata presidencial y la otra persona como candidato vicepresidencial: 1. Violeta-Virgilio. 2. Violeta-Bolaños. 3. Violeta-Agustín Jarquín.
Finalmente, después de cinco votaciones doña Violeta obtuvo el respaldo indispensable de los diez partidos. Ese día memorable se abrió el camino hacia la victoria de la democracia y la derrota del sandinismo autoritario. Por lo tanto es una efeméride digna de celebrar, sobre todo ahora que de nuevo hay que emprender el camino hacia la democracia y la libertad para todos los nicaragüenses.
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