Josué Bravo
El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) ordenó sacrificar 62 caballos y cuatro mulas porque ponían en riesgo la salud pública de Costa Rica, al ingresar desde Nicaragua por contrabando.
Según el director de Asesoría Jurídica del Senasa, Antonio Van Der Lucht, los 66 animales fueron sacrificados la semana pasada en un matadero de Alajuela, el único en el país autorizado para el destace de equinos.
Los animales entraron de contrabando por el mojón 5, hace semana y media. Tras una denuncia ciudadana, la Policía los halló en condiciones precarias, flacos y hasta con heridas infectadas, en tres fincas en Banderas de Pocosol de San Carlos, cerca de la frontera con Nicaragua.
En Costa Rica se tiene habilitada la venta de carne de equino a través de este matadero en Alajuela, siempre y cuando en carnicerías se distribuya con la advertencia de que es este tipo de carne.
Se cree que los 66 animales iban a ser subastados en un matadero del norte de Costa Rica con documentos falsos, por un tico de apellido Artavia, para luego matarlos y comerciar su carne para consumo humano, probablemente para la elaboración de embutidos.
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