Rezaye Álvarez M. y Saúl Martínez
En julio llegaron a Chacocente un mil 363 tortugas para anidar, esta cifra supera las 316 que llegaron en 2013.
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“Hasta ahorita ha habido un par de arribadas en cada uno de los refugios de vida silvestre (La Flor y Chacocente), hace tres semanas. El año pasado tuvimos arribadas grandes hasta en octubre”.
Según Buitrago, la disminución de arribadas que se produjo en 2013 fue a consecuencia de la pesca con bombas, “eso provocó que las tortugas se limitaran a salir en los primeros meses del año”.
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En las playas solitarias de anidación de tortugas, ubicadas en el Pacífico de Nicaragua, no hay vigilancia de las autoridades, y por ello el saqueo de los nidos y la posterior comercialización de los huevos de paslama se produce sin ningún problema.
Cada año, con el inicio de la temporada de arribos, las tortugas enfrentan una “carrera de obstáculos” para poder continuar reproduciendo su especie.
Para el ecólogo, experto en conservación de la vida silvestre, Fabio Buitrago, “si bien el Estado, a través del Ejército y el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) controlan las playas de anidación masiva (Chacocente y La Flor), no tienen control de las playas aledañas donde ocurren anidaciones solitarias”.
La directora de la organización ambiental Paso Pacífico, Liza González, afirmó que “todas las áreas que no son protegidas, el ciento por ciento de los huevos se extrae, solo en áreas donde hay cierta presencia se pueden proteger”.
Precisamente por este saqueo es que en mercados de Managua, Masaya y Carazo se pueden encontrar huevos de paslama en venta, aunque desde 2005 el Marena incluyó que todas las especies de tortugas marinas y sus derivados quedaban en veda permanente.
SITUACIÓN EN PADRE RAMOS
Las anidaciones de tortugas carey, paslama y tora son positivas hasta la fecha en la Reserva Natural de Padre Ramos (costa noroeste del municipio El Viejo).
Yascara Bonilla, pobladora de Padre Ramos, indicó que en el vivero de Punta Venecia han estado trabajando en recolección y liberación de huevos y tortuguillos. “Unos sesenta pobladores están atentos a proteger las tortugas”, dijo Bonilla.
Además de cuidar los huevos una vez son depositados, en Padre Ramos personas como Jerry Aguilera trabajan en la protección nocturna de las tortugas.
“Me deja la lancha y queremos aprovechar llegar a Venecia para la protección a lo largo de la costa toda la noche”, dijo Aguilera, quien era del grupo que vigilaba por la noche.
Fauna y Flora Internacional desarrolla en esa zona de Nicaragua un programa de conservación de tortugas marinas.
Entre los resultados de este programa se destaca que de 190 hembras que anidan en distintas comunidades, el 75% de estas se producen en Punta Venecia, que ahora es considerado el santuario de protección para la tortuga carey.
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