El pasado 4 de septiembre, Nueva York dio inicio al casi un mes de semanas de la moda de las grandes capitales del mundo, eventos que ocurren dos veces al año y donde básicamente se decide y controla la industria multimillonaria que representa la moda para la economía mundial.
Iniciaron hace un poco más de medio siglo como una contrapropuesta americana al monopolio del diseño que tenía Francia; en busca del reconocimiento y el crecimiento de la naciente industria, visionarios del comercio crearon la primera semana de la moda en Nueva York. Posteriormente fue transportada y se convirtió en una tradición a otras ciudades, hasta expandirse por todo el mundo, incluso Nicaragua procura celebrar un evento basado en esa idea desde hace unos años.
Nueva York, Londres, Madrid, Milán y París, es el calendario de vuelo de la prensa especializada para presenciar las colecciones de Otoño/Invierno, presentadas entre febrero-marzo y las colecciones de Primavera/Verano, presentadas entre septiembre-octubre, esta última es la más influyente porque evidentemente es la más aplicable comercialmente al mercado mundial, por clima y recursos.
Los eventos actualmente no solamente son momentos para establecer relaciones comerciales, sino también eventos de la industria del entretenimiento, ya que la atención a las propuestas de los diseñadores es acaparada y compartida con celebridades, magnates, socialités , blogueros, periodistas y figuras del medio, quienes se dedican en conjunto a la crítica experta de definir qué estará de moda y qué no, qué fue lo acertado, colores de la siguiente temporada, cortes, telas, tendencias e incluso hasta qué modelo se pone de moda.
Son eventos que rayan en el esnobismo, pero no dejan de ser el regente principal de este arte hecho técnica, que nos encanta, la moda. Lamentablemente, el talento de los diseñadores emergentes, y el reconocimiento de las semanas de la moda de otras ciudades, muchas veces es opacado por las grandes urbes, y ello dificulta el desarrollo de nuevas propuestas e industrias fuera del monopolio que representan.
La tecnología se encarga de conectarnos cada vez más, y actualmente podemos disfrutar de los shows completamente en vivo vía streaming, solo hay que conectarse desde la página oficial de cada evento o diseñador.
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