El éxito del muro de contención de la Selección Nacional en la Copa Centroamericana de Estados Unidos depende de tres factores: un portero inspirado, Justo Lorente, disciplina táctica y efectividad, sobre todo. Solo así los pinoleros pueden aspirar a competir ante Honduras por el boleto al repechaje para la Copa Oro y obrar una gigantesca sorpresa, mañana.
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La tropa de Enrique Llena enfrentará a los catrachos que pasan por su peor momento en la historia de la Copa: dos derrotas y una victoria por dos autogoles. Técnicamente no han marcado, a pesar de ser el club con más remates (49), pero el que más falla (31) del certamen.
El rendimiento colectivo de Nicaragua es el peor de la Copa: dos derrotas, sin goles marcados y con menos remates (9) de las siete selecciones. Sin embargo, las sensaciones que quedaron a nivel colectivo ante Panamá son mejores que las que dejaron los catrachos contra Guatemala, el pasado miércoles.
La actuación de Lorente debe inspirar al grupo y el desafío planteado debe ser el modelo a seguir contra Honduras. Anímicamente, el grupo se contagió por su premio al Mejor Jugador del Partido por su actuación en la derrota 2-0. “El premio es de todos, sé que nos partimos la vida buscando la victoria”, dijo.
Si ante Honduras Lorente muestra ese mismo dominio en el área y capacidad para intuir el peligro, se mantiene la disciplina táctica y se capitalizan las ocasiones, Nicaragua puede conseguir un milagro. La confianza ofensiva de Honduras está deteriorada por sus remates fallados (31). Aunque su historia pesa, si Nicaragua defiende bien y contraataca, sufrirá.
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