Génesis Hernández Núñez
“… De manera súbita, el señor López se desvaneció, en el patio del Consulado, por lo que el personal administrativo del Consulado General, procedió a pedir asistencia médica de emergencias“.
“Los familiares, tras una espera de la asistencia médica, decidieron trasladar en un vehículo particular a López Aguilar a un centro hospitalario. Lamentablemente, el señor López Aguilar falleció”, señala el comunicado de la Embajada de Costa Rica.
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El corazón de don Francisco José López Aguilar, de 73 años, no aguantó y dejó de latir mientras esperaba que visaran su pasaporte en el Consulado de Costa Rica en Managua.
El señor vivía solo, en Rivas, y había viajado desde esa ciudad en un vehículo particular con su hermana y su cuñado para tramitar sus documentos y partir hacia el vecino país, donde residen su esposa y sus siete hijos.
“Él estaba inválido y les dijimos a ellos (personal del Consulado) que por qué no venían a tomarle ahí (al vehículo) los datos para la visa, porque hasta ya se había ido a pagar al banco, pero dijeron que no, que había que llevarlo y nada más lo sacamos, lo llevamos en una silla, a la hermana la llevaron para allá (edificio del Consulado) y a él lo dejaron sentado (en el patio externo del Consulado) y fue cuando le agarró un infarto y ahí quedó y después dijeron (el personal del Consulado) que lo sacáramos porque se veía muy morboso”, contó Julio César Ortega Ramírez, cuñado del ahora fallecido.
“NO VOY A AGUANTAR”
Félix Alberto Mendoza, conductor del vehículo en que se transportaba López, comentó que le explicaron al personal del Consulado que el señor estaba muy delicado, “pero dijeron que teníamos que bajarlo como pudiéramos, entonces nosotros prestamos dos sillas plásticas y lo sacamos y él dijo: ‘Yo no aguanto bajarme, no aguanto, no me puedo bajar, no voy a aguantar’ y en realidad el señor dijo la verdad. Lo sentamos en la silla, lo metimos y ya estando adentro sentado, le agarraron los papeles que iban a visarle y le dio el infarto”.
Mendoza agregó: “Nadie le dio auxilio ni nada, entonces vino el hombre que estaba recibiendo a los que estaban entrando (al Consulado) y dijo que lo sacaran de ahí que se miraba feo, que se miraba morboso y para mí eso no era morboso, él estaba muerto”.
La hermana del ahora fallecido, Lucila López, expresó que no quería que llevaran el cadáver al Instituto de Medicina Legal, pues deseaba trasladarlo a Costa Rica ayer mismo, pero finalmente fue transportado en el vehículo particular que partió junto con una camioneta de la Policía Nacional que se presentó al lugar.
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