Sao Paulo/EFE
El desalojo de unas 200 familias que habían invadido un edificio en el centro de Sao Paulo derivó en disturbios entre integrantes del movimiento “Sin Techo” y la Policía en las calles del principal sector comercial de la ciudad.
Los disturbios comenzaron esta mañana cuando la Policía utilizó un carro blindado para entrar al edificio de 22 plantas ubicado en la céntrica avenida So Joo y, tras varias horas de calma, fueron retomados sobre las 16.30 hora local (19.30 GMT).
Al menos 70 personas fueron trasladas a una comisaría para prestar declaración por su participación en los disturbios, según informó la Secretaría de Seguridad Pública de Sao Paulo (SSP), que no precisó si ya fueron liberados.
El edificio fue invadido hace unos seis meses por cerca de 200 familias y sus habitantes se resistieron este martes al desahucio lanzando objetos a los agentes.
“Hubo una reunión de reintegración hace 15 días, donde se acordó 40 camiones (de mudanza) y 120 hombres para el desahucio, pero vinieron 13 camiones (…) Le comunicamos al oficial de la Policía que no había condiciones necesarias para llevar a cabo el desalojo, pero el capitán dijo que con condiciones o sin ellas el desalojo sería hecho”, dijo a Efe Silmara Congo, Coordinadora del Frente de Lucha por la Vivienda.
Después de la operación de desahucio del edificio, un autobús urbano fue incendiado esta mañana en la puerta del Teatro Municipal, uno de los edificios más icónicos de Sao Paulo, cerca del edificio desalojado.
La Policía se enfrentó con balas de goma y gases lacrimógenos a los grupos que se resistían al desalojo, que causaron daños en el mobiliario público y atacaron varias tiendas que habían cerrado sus puertas.
Según el portavoz de la Policía, varias personas ajenas al grupo de ocupantes del edificio “se aprovecharon” del desorden y “atacaron” a la Policía lanzando objetos. Aunque la calma se instauró durante varias horas, los negocios se vieron obligados a bajar las persianas de nuevo por la tarde, tras registrarse nuevos disturbios.
Algunos manifestantes depredaron al menos un autobús, lanzaron piedras e incendiaron barricadas para impedir el paso de los agentes, que volvieron a reaccionar con el uso de gases lacrimógenos. Al menos cuatro policías fueron heridos en el enfrentamiento a lo largo del día y una mujer embarazada también necesitó de atención médica, según afirmó a los periodistas el coronel Glauco Silva de Carvalho, oficial de la Policía Militarizada que comandó la operación.
El centro de Sao Paulo, según los movimientos sociales, se ha convertido en rehén de la especulación inmobiliaria y varios de sus edificios históricos han sido abandonados. El déficit de vivienda de la ciudad de Sao Paulo era en 2013 de 670,000 domicilios, de acuerdo con la Secretaría Municipal de Desarrollo Urbano (SMDU).