El brote de Grisi siknis en la comunidad de Alal, jurisdicción del municipio de Bonanza en la Región del Caribe Norte, aún no ha sido controlado, pero una comisión de pastores y médicos tradicionales trabajan en la atención a los comunitarios.
Emilio Bruno, presidente del territorio indígena mayangna Sauni As, dijo que estaba prevista la salida de un grupo de la comisión interinstitucional que entró a la comunidad de Alal.
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“Lo que me han informado es que se controla una parte pero les vuelve a atacar el mal, eso no significa que ya está la calma, lo que ocurre es que ya no están incrementándose más casos, sino que están atendiendo a los afectados y se espera que se controle en los próximos días”, comentó el líder indígena.
Gustavo Sebastián, portavoz del Gobierno territorial, dijo que necesitan más ayuda, aunque reconoció que el Gobierno regional y el Minsa han destinado recursos económicos, la Hemco granos básicos y la comisión de pastores entregó efectivo para ayudar a solventar la crisis.
“Se requiere atención psicológica para unos 55 comunitarios que pasaron amarrados por más de un mes, debido a la actitud violenta que demuestran con el Grisi siknis”, comentó.
El Grisis siknis es una posesión de espíritus que entra por la mente y se apodera del cuerpo, según el historiador costeño Avelino Cox Molina.
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