¡Dirección Nacional ordene! Esa ha sido la filosofía que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ha impuesto a sus funcionarios desde la llegada al poder en 1979, lo cual se continúa evidenciando en los legisladores orteguistas, quienes aseguran que sus escaños pertenecen al partido.
Nosotros respondemos al Frente Sandinista. Nuestra curul responde al Frente Sandinista de Liberación Nacional, esa es la reacción domesticada del diputado sandinista Filiberto Rodríguez.
Y en coro es la misma repuesta de Rodríguez la que dan todos los sandinistas que ocupan una curul en el Poder Legislativo, donde son mayoría.
La exdiputada Miriam Argüello cita la “verdadera” Constitución Política de Nicaragua para afirmar que un diputado “solo puede ser destituido por su muerte, por una situación que lo ponga en estado de delito o por renuncia propia”.De esa manera la exdiputada hace ver que no está de acuerdo con las reformas constitucionales realizadas en enero de este año, así que no tiene sentido para ella opinar sobre los cambios que puedan ser consecuencia de eso, en alusión a la medida constitucional que va a adoptar la Ley Orgánica de la Asamblea Nacional, de destituir a los diputados que se cambien de opción política en el ejercicio del cambio.
“Yo me acojo a la verdadera Constitución de Nicaragua, donde dice que el diputado solo puede ser destituido por su muerte, por una situación que lo ponga en estado de delito, mientras se resuelve esa situación, o por renuncia, nada más”, dijo Argüello, quien participó este viernes en un foro-debate llamado Diálogo de Mujeres por la Democracia, realizado en la Universidad Centroamericana (UCA).
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RAZÓN ANIQUILADA
A juicio de monseñor Silvio Fonseca, con un doctorado en teología moral, cuando una persona ya no ejerce sus propios criterios es un indicativo de que su razón ha sido aniquilada.
Cuando ya no pensás, sos incapaz de disentir y repetís lo que el otro diga, sea a una persona o a un partido; eso se llama la razón aniquilada, es el suicidio de la razón, valora el religioso sobre la actitud de los funcionarios públicos del Frente Sandinista en el parlamento.
De acuerdo con Fonseca, el sometimiento de la razón es una de las formas más denigrantes para el ser humano y sostiene que se ve aún más indigno cuando se trata de un ser humano que ejerce una función pública para servir a la población.
CONSIDEREN SUDIGNIDAD HUMANA
Consideren su dignidad humana. Cuando eres una máquina repetidora de lo que otro te manda a hacer, tu dignidad está en entredicho, es un suicido a la razón de disentir y de sentir. Por favor, tengan criterios propios, aconsejó Fonseca.
Explicó que esa falta de criterio de los sandinistas es (para) aniquilar a un pueblo que no tiene esperanza en sus líderes políticos o en sus representantes para que defiendan sus derechos. El funcionario público está para defender los derechos ciudadanos porque, si el Estado manda una ley que perjudica al bien común y tú (no lo haces) por la prohibición de disentir, estás perjudicando a un país, reaccionó Fonseca.
LEALTAD AL CAUDILLO
El diputado del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), Enrique Sáenz, indicó que en realidad la reforma a la ley orgánica de la Asamblea Nacional que impulsa el orteguismo es consistente con la concepción de poder que inspira al régimen orteguista. Una de sus características centrales es el caudillismo, entonces cuando se habla de lealtad en realidad se trata de lealtad al caudillo y es el esquema que se pretende imponer al conjunto de las organizaciones políticas: lealtad al dedo que los unge, expresó.
Según Sáenz, los diputados sandinistas atribuyen su elección a la decisión del caudillo y no al voto popular. En un régimen político democrático representativo, el pueblo delega su soberanía en sus representantes, quienes pasan a ser representantes del pueblo y no de una facción política. En este sentido las lealtades fundamentales de un funcionario electo son con la ley y con la población. La reforma también evidencia cuánto nos falta en materia de cultura política democrática, agregó Sáenz.
DESNATURALIZAN LABOR PARLAMENTARIA
A juicio del exdiputado José Pallais Arana, el sometimiento absoluto de los diputados sandinista desnaturaliza la labor parlamentaria, ya que la función pública se debe a la población, quien es el soberano.
Ellos, los diputados, están obligados, aunque hayan sido electos en una lista cerrada presentada por los partidos, a representar los intereses, el sentido, las opiniones y los deseos de la población, no los de un líder, de una dirigencia o una cúpula, cuestiona Pallais.
Por otro lado, el jurista explicó que al desnaturalizarse el ejercicio de las diputaciones, ya carece de sentido la existencia de los parlamentarios sometidos, porque, ¿qué sentido tiene cuando no hay discusión, cuándo no hay multiplicidad de criterios? Entonces no hay sentido de un parlamento, porque basta con consultarle al líder, afirma el jurista.
Cuando ya la razón fue aniquilada y la labor del diputado no tiene raciocinio, eso afecta a la población porque no está representada por el diputado, ya que este responde al líder del partido, de modo que pasan a ser simples correas de transmisión mecánica, como las de un carro, ironizó Pallais.
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