La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, criticó desde Ginebra, que el embajador del Gobierno, Carlos Robelo, haya rechazado en la 27 sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, 48 de 209 recomendaciones efectuadas en mayo pasado por los diferentes Estados durante el segundo Examen Periódico Universal (EPU).
Núñez manifestó que entre estas recomendaciones están las relacionadas con el tema de libertad de expresión, bajo el alegato de que en Nicaragua hay absoluta libertad de expresión y protesta.
A su vez, Robelo dijo que no hay hostigamiento, ni persecución contra periodistas, que no hay censura y que existe pluralismo de medios de comunicación. En cambio, dijo que hay acceso de información para lo cual supuestamente el Gobierno ya abrió una oficina, como establece la ley de participación ciudadana.
Una de las recomendaciones que rechazó Robelo fue la número 117.12, que en mayo pasado hizo Estados Unidos y sobre la cual Robelo dijo que “no van a hacer ninguna investigación porque en Nicaragua no hay violaciones de derechos humanos”. Esto para Núñez tiene una connotación gravísima.
En esta recomendación Estados Unidos pedía “investigar las denuncias creíbles de violaciones de derechos humanos por las fuerzas de seguridad y perseguir en su caso, a los responsables de conformidad con sus obligaciones y compromisos internacionales”.
“A nosotros nos preocupa grandemente que se nieguen a investigar las violaciones de derechos humanos. Es prácticamente un Estado que se da el lujo de proclamar a nivel internacional, en el más alto foro de derechos humanos del mundo, la impunidad en la que pretende dejar, o va a dejar, a todas las violaciones de derechos humanos que hay”, advirtió Núñez, quien junto al director de esa organización, Mauro Ampié, asistió a la sesión.
NIEGAN PERSECUCIÓN
Al igual que ocurrió en mayo pasado, el representante del Gobierno, aseguró en Ginebra que en Nicaragua no hay ninguna persecución contra defensores de derechos humanos y periodistas.
Es más, aseguró que “la Policía es la encargada de proteger a los defensores de derechos humanos”.
En Managua, la subdirectora del Cenidh, Marlin Sierra, contradijo lo dicho por Robelo al señalar el caso reciente ocurrido en Waslala, donde una defensora de mujeres denunció en la Policía que era víctima de amenazas de muerte, la Policía lo minimizó y la mujer debió abandonar la localidad. También mencionó el caso de Octavio Ortega, defensor de los pobladores de Rivas, en la protesta por la construcción del Canal y más bien ha sido citado por la Policía.
El representante del Gobierno también rechazó todas las recomendaciones relacionadas con la violencia hacia la mujer, como es la ratificación del Protocolo Facultativo de la Cedaw. Así como lo relativo al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Estos dos puntos estaban entre los 26 que Nicaragua decidió en mayo traer a consultar al país.
La justificación que ofreció Robelo fue que por principio de soberanía Nicaragua no va a ratificar ninguna convención internacional. Además de que en el país existen suficientes normativas nacionales para garantizar los derechos humanos.
Otro aspecto que preocupa a Núñez es el rechazo a cualquier investigación de posible tortura, pues aducen que en Nicaragua no hay tortura y existe un mecanismo de prevención de la tortura a cargo del procurador de Derechos Humanos, Omar Cabezas.
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