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Reverendo Silvio Jarquín, pastor de la Iglesia Fraternidad Santa, anuncia la realización de bodas masivas mañana domingo. LA PRENSA/ E. CHAMORRO

Realizará bodas masivas

Luego de convivir años sin haberse casado, unas cincuenta parejas han decidido decir “sí, acepto” al sacramento del matrimonio, un evento que se llevará a cabo el próximo domingo en la iglesia Fraternidad Santa, que pastorea el reverendo Silvio Jarquín Prado.

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A  juicio del pastor Silvio Jarquín, la pareja que vive en el sacramento del matrimonio, alcanza la benevolencia de Dios en sus vidas.

“Despertar la conciencia que la fornicación es un pecado que limita la bendición de Dios para el matrimonio y el hogar, porque la Biblia dice que el que halla esposa alcanza benevolencia de Jehová, o sea la bondad de Dios es derramada en ese matrimonio”, evangelizó el pastor Silvio Jarquín.

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Luego de convivir años sin haberse casado, unas cincuenta parejas han decidido decir “sí, acepto” al sacramento del matrimonio, un evento que se llevará a cabo el próximo domingo en la iglesia Fraternidad Santa, que pastorea el reverendo Silvio Jarquín Prado.

El matrimonio, según el pastor Jarquín Prado, supone no solamente una acción de legalidad sino de obediencia a los mandamientos de Dios, cuando nos advierte del pecado de la fornicación.

“El matrimonio es una acción legal, pero está sustentado en el amor de la pareja y la obediencia a Dios, además es un incentivo a los valores matrimoniales y familiares de la pareja”, sostiene el pastor Jarquín Prado.

Explicó que como pastor siempre está llamando a la reflexión a aquellas parejas que tienen una vida de hecho, a que se casen para que el pecado de la fornicación no esté presente en sus vidas y en su hogar.

“Dios quiere matrimonios, no quiere parejas que estén haciendo vidas sin casarse; eso es convivir en pecado y eso no es bueno ante Dios, tampoco es buen ejemplo ante los hijos de las parejas”, afirma el guía espiritual.

Jarquín Prado asegura que en un matrimonio que se edifica en los valores cristianos existen repercusiones positivas, desde el punto de vista moral, psicológico y social.

“Primero porque está presente Dios, lo más importante; además, no es lo mismo que socialmente se diga ella es mi compañera, que decir ella es mi esposa. El matrimonio es amor entre una pareja y una bendición de Dios para el hogar, la familia y la sociedad”, reflexionó.

Jarquín Prado reiteró que las parejas que viven en fornicación “están limitando la bendición de Dios para su hogar”.

 

Ver en la versión impresa las páginas: 2 A

Religión y Fe bodas matrimonio archivo

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