A solo treinta kilómetros de Managua encontrará un lugar para distraerse, disfrutar del silencio, huir del caos de las ciudades y estar en contacto con la naturaleza. Se trata de la reserva natural El Chocoyero, ubicada en Ticuantepe, una buena opción para conocer diversos tipos de aves y plantas.
Si quiere ver por qué se llama El Chocoyero, llegue temprano en la mañana para admirar a los miles de chocoyos que tienen nidos cerca de las cascadas y alzan vuelo juntos en una especie de danza que definitivamente lo dejará maravillado.
Si se pierde la danza matutina de los chocoyos, puede contemplarlos en otras horas, pues el resto del día se mantienen rondando toda la reserva en busca de alimentos. A eso de las 4:30 de la tarde vuelven a sus nidos y se repite el “baile”.
Pero no solo chocoyos hay en la reserva. Si es amante de los animales y quiere ver otras especies, como monos aulladores, puede tomar un camino conocido como “El Congo”, que le llevará muy cerca de esta especie, a la que escuchará desde cualquier parte de la reserva mientras se encuentre explorando.
La reserva natural El Chocoyero está localizada a menos de 30 kilómetros de Managua. Para llegar se toma la carretera Ticuantepe-La Concha hasta llegar a la comarca de La Borgoña. En el lugar conocido como El Corozo un rótulo indica la entrada al camino de 7.3 kilómetros que lleva hasta el refugio.
Si quiere dormir en el lugar puede alquilar una de las tiendas de campaña que ofrecen por unos cinco dólares , con espacio para dos personas.
Puede llegar al parque desde las 5:00 de la mañana e irse a las 5:00 de la tarde o quedarse para realizar un tour nocturno por 100 córdobas.
Más información: www.vianica.com
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El tour está dividido en varios caminos, además del que lo lleva a ver a los monos aulladores. Puede optar por el camino de “Aventuras” que lo llevará por una viaje de seis horas por las montañas, donde los guías prometen que disfrutará de un paisaje espectacular.
Los otros senderos, más cortos, lo conducirán a las dos cascadas que tiene la reserva. Se llaman El Brujo y Chocoyero.
El Brujo es un viaje de unos treinta minutos desde la entrada. Los que ya visitaron el lugar recomiendan siempre hacerse acompañar de un guía que dé detalles sobre los diferentes tipos de animales que puede observarse a lo largo de la travesía.
Aunque las cascadas sean pequeñas, sus rocas se pueden escalar como parte del viaje. Además, es en la cascada de El Chocoyero donde podrá ver los miles de nidos de aves en su hábitat.
Y aunque el lugar sea famoso por sus chocoyos, también hay una enorme cantidad de aves de otras especies que podrá apreciar a medida que vaya avanzando por los diferentes senderos. No se pierda esta experiencia verde.
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