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LA PRENSA/Arnulfo Agüero

El silencio roto

“Yo escribo casi para guardar silencio”, dice el escritor y pintor jinotepino Álvaro Gutiérrez (1943) al tratar de explicar su motivo por el cual no ha publicado libros como otros poetas de su generación que lo hicieron desde sus inicios en los años sesenta o setenta.

“Yo escribo casi para guardar silencio”, dice el escritor y pintor jinotepino Álvaro Gutiérrez (1943) al tratar de explicar su motivo por el cual no ha publicado libros como otros poetas de su generación que lo hicieron desde sus inicios en los años sesenta o setenta.

No obstante su silencio es roto cuando publica su primer libro Asociación para delinquir–Varia Invención , en 1997; y su segundo Cantares del hombre solo en 2011.

[doap_box title=”Lecturas” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Su pasión por leer más que escribir lo ha llevado a las relecturas, porque descubre otros ángulos de las historias; se refirió en particular a las novelas Rayuela de Julio Cortázar; Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, y El Quijote de Miguel de Cervantes. Así a libros de poetas como José María Valverde, Antonio Machado y Pablo Neruda. De sus primeras lecturas recuerda fue en Diriamba, en la casa de su padre, el librero Juan Francisco Gutiérrez, el que tenía una biblioteca con escritores europeos y latinoamericanos, del cual leyó. “Con la lectura aprendí a ser implacable con lo que escribo, eso me llevó a una posición ética: no le puedo entregar al lector algo que considere no concluido”, afirma Gutiérrez que ha sido su forma de vivir en estas décadas la lectura y escritura.[/doap_box]

El año pasado comenzó a publicar en (http://alvarogutierrez44.wordpress.com), vitrina virtual donde ha subido seis secciones de las veinte que reúne y que será su libro: Retrato platicado . Gutiérrez también cuenta con su poemario inédito Cantares a la maga ; así con una selección de aforismos.

Parte de sus poemas han sido incluidos en antologías en español alemán, checo, portugués, italiano e inglés, dice Gutiérrez. Y de su actividad paralela, la pintura figurativa y abstracta, piensa exponer a inicios del 2015.

Para el poeta Francisco de Asís Fernández, presidente del Festival Internacional de Poesía de Granada, Gutiérrez es “un gran poeta, un artista plástico y un hombre de cultura”, razón por la cual ha sido invitado al programa El autor y su obra .

Ambos se conocieron en México cuando realizaban activismo político en contra del dictador Anastasio Somoza García. En este país, también se relacionaron con el poeta y maestro Ernesto Mejía Sánchez.

“Álvaro es un poeta que apareció en los años sesenta con Vidaluz Meneses; y es hijo del poeta Juan Francisco Gutiérrez”, recordó De Asís.

Su “silencio editorial”

¿Por qué no publicó libros antes de los noventa? “Porque mi madurez poética no había llegado; entonces decidí guardar silencio editorial, pero seguí leyendo y escribiendo”, explica Gutiérrez, al hablar de su proceso de creación literaria iniciado en los primeros años del sesenta.

Sus primeros poemas los publica en la revista de la Academia Literaria del Instituto Pedagógico La Salle, de Diriamba; y en La Prensa Literaria. En 1975 intenta publicar su texto Publicado en voz baja .

“Cuando estaba aprobado para impresión lo llegué a retirar de la imprenta”, confiesa Gutiérrez. De este frustrado libro solo le queda la portada que había realizado un pintor mexicano. Esto fue como “mi exilio de guardar silencio”, señala.

Gutiérrez se ubica entre los poetas de su tiempo como Beltrán Morales, Julio Cabrales y Francisco de Asís Fernández, entre otros.

Sobre el porqué se mantuvo al margen de grupos literarios como Frente Ventana, Los Bandoleros, La Generación Traicionada, y el grupo “M”; afirmó que como jinotepino buscó su propio perfil literario y sociopolítico enfocado en un cristianismo de los pobres.

[doap_box title=”El uso de las formas populares” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]De su forma de escritura el poeta Fanor Téllez dice que los “textos de Álvaro Gutiérrez son sumamente precisos, cuidadosos, epigramáticos y de un lenguaje común y con mucha claridad, propia de los buenos poetas”. Sobre su prosa, advirtió, es “poética y con uso de formas populares”. Esta puede verse en sus escritos Retrato platicado, y en otros, logrados con su dosis de “humor y crítica que buscan una lectura del placer”. Asimismo destacó su formación en la lectura de los poetas clásicos y latinos. Por su parte Gutiérrez recordó que sus lecturas las inició en la biblioteca de su padre, donde se encontró con libros de poetas españoles. En otro momento de su vida compartió sus primeras lecturas con Carlos Martínez Rivas, uno de esos libros fue la novela El gran Gatsby de Francis Scott Fizgerald, dice.[/doap_box]

Con estas ideas, junto a Vidaluz Meneses y José Esteban González, fundan el grupo Presencia, y editan un número de su revista La voz del IPD . Su vida fue “efímera”, reconoce.

De México

Al poco tiempo de su llegada al Distrito Federal de México, Gutiérrez se une al movimiento estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Su fin también es estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras su carrera de Lengua y Literatura Hispánica.

Uno de sus maestros fue Ernesto Mejía Sánchez, de él aprendió “el rigor poético, y la decisión de publicar en su madurez”, dice.

Entre sus otros maestros recuerda a Adolfo Sánchez Vázquez y Erich Fromm. Así la amistad y diálogos literarios con escritores como Carlos Monsivais, Augusto Monterroso y Rubén Bonifaz Nuño, traductor de las obras de Catulo.

En la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, tuvo la oportunidad de conocer a los pintores y las ideas sobre arte de entonces. “La pintura me permitió buscar mi propio espacio, a como en la escritura”, dice.

Realiza tres exposiciones personales en México, a su retorno a Nicaragua expone en Galería Praxis y llega a dirigir, junto a los maestros Genaro Lugo, Róger Pérez de la Rocha, la Unión Nicaragüense de Artistas Plásticos Leonel Vanegas.

Por igual expuso en colectivas en otros países. Obras suyas figuran en colecciones privadas, museos y en 13 sellos postales de Correos de Nicaragua.

Para estos años del ochenta también se contacta con el poeta Ernesto Cardenal, quien lo pone al frente de la editorial del Ministerio de Cultura. Luego con apoyo de Ramiro Lacayo y Mariano Marín trabaja en el Cine Club del Instituto Nicaragüense de Cine (Incine), un espacio donde se proyectaron películas de Charles Chaplin y realizaron críticas de cine.

Tome nota

Álvaro Gutiérrez es el poeta invitado al ciclo de charlas El autor y su obra, próximo jueves 25 de septiembre, 6:30 p.m., en el Centro Cultural Nicaragüense  Norteamericano (CCNN) (semáforo UCA, 7 cuadras al norte, una suroeste). Será presentado por el escritor Anastasio Lovo.

Ver en la versión impresa las páginas: 6 B

Cultura Álvaro Gutiérrez arte literatura archivo

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COMENTARIOS

  1. Jorge Gutierrez
    Hace 10 años

    Dios me lo bendiga tio!! Super

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