La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, defendió hoy en la ONU que el desarrollo económico es compatible con la lucha contra el cambio climático y aseguró que su país es buena prueba de ello con lo conseguido en los últimos años.
“Brasil no anuncia promesas, sino que muestra resultados”, señaló Rouseff en su intervención en la Cumbre del Clima convocada por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
La mandataria brasileña, que busca la reelección en los comicios del 5 de octubre, dijo que su país ha conseguido “resultados notables” en los últimos años, limitando emisiones y frenando la deforestación, pero sin sacrificar en el ámbito socioeconómico.
“El crecimiento de nuestras economías es compatible con la reducción de emisiones”, insistió Rousseff, que destacó que Brasil ha logrado al mismo tiempo reducir la pobreza y la desigualdad social y proteger el medio ambiente.
Esa experiencia, indicó, demuestra que “un modelo socialmente equitativo y que respete el medio ambiente es posible”.
Respecto a las negociaciones para un acuerdo internacional sobre el clima, Rousseff defendió la necesidad de que haya “medidas equilibradas y ambiciosas” que respeten los principios de “equidad y responsabilidades comunes pero diferenciadas”.
Además, aseguró que Brasil está junto a los cientos de miles de personas que el pasado domingo salieron a las calles para exigir acciones contundentes contra el calentamiento global.