Casa Pellas no solo está sembrando para cosechar a mediano y largo plazo con el proyecto de Educación Vial en las escuelas.
En 2013 desarrolló un manual para motociclistas que fue entregado a la Policía Nacional y también lo entregan a sus clientes cuando compran una motocicleta.
El manual toca temas como el punto ciego; cómo conducir en condiciones climáticas adversas como la lluvia o la neblina; cómo hacer los giros correctos o cómo tomar las rotondas, entre otros.
[/doap_box][doap_box title=”” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]300,000 dólares ha invertido Casa Pellas en los dos años que lleva el programa de Educación Vial.[/doap_box]
El año pasado, según datos oficiales de la Policía Nacional, 667 personas murieron en accidentes de tránsito en las calles y carreteras de Nicaragua.
Y según un nota publicada por LA PRENSA el 20 de mayo de este año, la cifra de 2014 ya iba por 240 muertes, ocho más que el año pasado en el mismo período. Estas estadísticas colocan a los accidentes de tránsito como la principal causa de muertes en el país.
Es por eso que desde 2012 Casa Pellas ha decidido darle gran importancia a la educación vial y en alianza con la Policía Nacional, el Ministerio de Educación (Mined) y la Fundación para la Prevención de Accidentes de Tránsito (Funpat), Fe y Alegría y otras entidades han incluido en el pénsum escolar, tanto en primaria como en secundaria, el tema de la Educación Vial.
“Cuando analizamos este problema vimos que aquí hay que desarrollar una cultura vial, aquí la gente se cruza sin ver a los lados o se tira la luz roja (…). Hay una actitud agresiva en las vías”, dice Samanta Duarte, jefa de Responsabilidad Social Empresarial de Casa Pellas.
En coordinación con el Ministerio de Educación se acordó que las clases de Educación Vial son parte de la materia de Estudios Sociales y enseñan a los estudiantes el significado de la señalización vial y las leyes de tránsito, pero va más allá.
Duarte explica que el mayor enfoque del proyecto son los niños y jóvenes en edad escolar, ya que la columna vertebral de este programa es educar en valores.
“Cuando nosotros andamos por la calle son los valores los que nos pueden dar la sensibilidad y la empatía para ponernos en los zapatos del otro y tener paciencia y respeto hacia los demás”, argumenta.
Parte básica del proyecto son las guías metodológicas que van indicando al maestro lo que debe enseñar en cada grado de primaria o secundaria e incluyen un promedio de 14 actividades.
En los dos años del programa, según Duarte, han cubierto el ciento por ciento de las escuelas públicas de Managua y sus municipios, aunque el objetivo es llegar a todas las escuelas del país.
“Desarrollamos guías metodológicas a partir del contenido que tiene la Policía, pero lo enriquecimos con diferentes actividades y de manera más dinámica con las instituciones educativas aliadas (…) para que los niños y jóvenes puedan aprender de forma divertida y expresando sus capacidades”, señala Duarte.
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