Los gigantes gemelos de la economía mundial están ejerciendo presiones contradictorias. A medida que el crecimiento de Estados Unidos se aceleró en el segundo trimestre al ritmo más rápido desde 2011, la economía china disminuyó, donde los datos de fabricación y préstamos señalan un debilitamiento de la actividad.
El resurgimiento de Estados Unidos y el retroceso de China es la reversión de una tendencia que dominó tras la crisis financiera. Los economistas de JPMorgan Chase Co. dicen que perdurará.
Mientras que predicen que Estados Unidos mantendrá el crecimiento de tres por ciento en el trimestre actual y el próximo año, ellos ven a la expansión china deslizarse por debajo del ritmo de alrededor de 7.5 por ciento, el promedio de los últimos ocho trimestres y la tasa que el primer ministro Li Keqiang ha establecido como objetivo de crecimiento para este año.
Entonces, ¿dónde posiciona esto al resto del mundo? Los economistas de JPMorgan apuestan que el arrastre de Estados Unidos será más poderoso que el de China.
“Estados Unidos no es la cola que menea al perro, pero es con mayor frecuencia el perro que menea la cola”, dijo Joseph Lupton, economista internacional sénior de JPMorgan en Nueva York. “Es una gran economía, es un gran motor de la demanda interna que impulsa a los flujos comerciales”.
Lupton y sus colegas estiman que un cambio de un punto porcentual en la demanda estadounidense altera el producto interno bruto en otros lugares en 0.8 puntos. Eso es aproximadamente el doble de impacto de un cambio de tamaño similar en China. En las economías desarrolladas, los efectos colaterales de Estados Unidos serían de alrededor de 0.9 puntos, cuatro veces el impacto de China, escribieron Lupton y sus colegas en un informe del 26 de septiembre a los clientes. En los mercados emergentes, el efecto de los Estados Unidos sería de 0.7 por ciento, el mismo que el de China.
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