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La revolución de los paraguas

A las protestas masivas que está realizando la población de Hong Kong, encabezadas por los estudiantes, los periodistas y los mismos manifestantes las han denominado revolución de los paraguas. Las llaman así porque la mayoría de las personas que salen a las calles a protestar lo hacen con paraguas en sus manos, con los cuales no solo se protegen del sol y las elevadas temperaturas ambientales sino también de los gases lacrimógenos y las bombas de mostaza con que son reprimidos por la Policía.

La población de Hong Kong está en la calle en demanda de democracia, respeto a las libertades públicas y los derechos individuales; y en rechazo a la pretensión del gobierno comunista chino de decidir por quién deben votar los ciudadanos para que ejerza el gobierno local.

En agosto pasado, el gobierno comunista de China anunció que en el año 2017 habrá elección en Hong Kong. para que sus habitantes elijan al próximo gobernador, Pero solo podrán escoger entre dos y tres candidatos que previamente serán nombrados por una asamblea especial de 1,200 personas, las cuales a su vez serán seleccionadas por el mismo Gobierno chino.

Hong Kong fue colonia británica desde 1842 hasta julio de 1997, cuando el Reino Unido la devolvió a China con base en un acuerdo con el gobierno comunista de Pekín bajo la premisa o principio de: “Un país, dos sistemas”. Por ese acuerdo China se comprometió a mantener en Hong Kong el sistema capitalista que la hizo florecer económicamente y creó la prosperidad de sus habitantes. Y se comprometió también el Gobierno chino a respetar en Hong Kong los derechos y libertades que no existen en China continental así como reconocerle su autonomía bajo el estatuto de región administrativa especial.

Pero como era de esperarse, al pasar el tiempo China ya no quiere respetar el acuerdo con el Reino Unido y por eso la población de Hong Kong se ha lanzado a las calles a protestar. El primer ministro británico, David Cameron, reclama a las autoridades chinas que cumplan el compromiso de “asegurar al pueblo de Hong Kong un futuro democrático en el marco del enfoque de dos sistemas”. Y el Gobierno de Estados Unidos ha declarado, mediante un vocero de la Casa Blanca, que “apoya las aspiraciones de la población de Hong Kong y sigue desde muy de cerca el desarrollo de la situación”. Y demanda EE.UU. a las autoridades chinas que traten el asunto con moderación.

Lo que el vocero estadounidense está advirtiendo al Gobierno de China, sin decirlo explícitamente, es que no debe reprimir las protestas de los ciudadanos de Hong Kong con tanques, cañones y ametralladoras, como reprimió en 1989 las manifestaciones democráticas y pacíficas de los estudiantes y el pueblo en la plaza de Tiananmen, asesinando a más de dos mil personas y causando heridas a alrededor de siete mil.

Así es como el régimen comunista ha reprimido siempre los anhelos democráticos de la población china, de la cual se dice falsamente que por su tradición y cultura no le interesa vivir en libertad ni gobernarse democráticamente. Pero la verdad es que siempre ha habido una parte considerable del pueblo chino que quiere ser libre y tener un gobierno democrático. Lo ha demostrado a pesar de salvajes represiones como la de Tiananmen y lo está demostrando ahora, con la revolución de los paraguas de Hong Kong.

Ver en la versión impresa las páginas: 10 A

 

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Editorial Hong Kong paraguas revolución archivo
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