La juez Indiana Gallardo envió a juicio a los 16 procesados por crimen organizado y narcotráfico en el caso conocido como operación Jade, por encontrar pruebas suficientes que indican la probable participación de estos en los hechos acusados por el Ministerio Público.
Según la judicial, el acusado Hernaldo Vanegas trasladaba droga desde Costa Rica hasta San Juan del Sur en playa Los Cocos, de ahí era trasegada a vehículos para trasladarla a Managua y seguir su ruta hacia el norte del país hasta ser entregada en la frontera con Honduras.
Mientras a William Treminio la Fiscalía lo señala de conducir una grúa con compartimentos secretos donde trasladan la droga a Sébaco y la estacionaba en un garaje conocido como El Norteño, donde la Policía incautó varios kilos de cocaína.
El empresario Isacio Beltrán supuestamente se encargaba de recepcionar droga en Jalapa y llevarla hasta la frontera con Honduras, donde la entregaba a extranjeros. También se encargaba de adquirir varias propiedades producto del dinero del narcotráfico.
CONTACTO CON EL CÁRTEL DE SINALOA
La juez dijo que a la esteliana María Francisca Cruz Herrera la Fiscalía la señala de ser el contacto directo con el Cártel de Sinaloa, ya que supuestamente es la suegra de Samuel Gutiérrez Lozano, Samy, cuyo nombre verdadero es Javier Carrillo Maestre, uno de los directivos del Cártel de Sinaloa de México, según la Policía Nacional, y le informa de las transacciones de droga que la estructura liderada por el colombiano Fernando Ochoa hace para él.
Ángel Vega es otro de los connotados personajes en este caso, a quien lo señalan de hacer en su taller de metalurgia, las caletas en los vehículos donde trasladan la droga.
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