En la última década la migración ha ido adquiriendo el rostro femenino, cuyo flujo ha aumentado desde Nicaragua, dice el responsable del Servicio Jesuita para Migrantes en Nicaragua, Gregorio Vásquez Gálvez.
En el caso de Nicaragua el principal destino para las mujeres es España, que está en tercer lugar como país de destino para migrantes en general, donde hay una gran demanda del trabajo doméstico y en los últimos años también hacia Panamá.
Vásquez reconoce que no hay datos exactos sobre el número de migrantes mujeres que se han visto obligadas a abandonar el país en busca de un puesto de trabajo.
Ayer estudiosos del tema en las universidades jesuitas de Centroamérica y México, así como centros de investigación participan en un encuentro de dos días en Managua, en un primer seminario internacional promovido por la Universidad Centroamericana (UCA) y el Servicio Jesuita para Migrantes en Nicaragua.
Con esto buscan promover un espacio de diálogo y discusión sobre el tema de la migración, que en la región ya tiene cierto nivel de visibilización, indicó. Sin embargo, considera Vásquez que aún falta saber “¿qué es lo que está debajo, qué es lo que se mueve, qué es lo que provoca y qué es lo que impacta?”.
No descartó que muchas mujeres dejan su país porque sufren violencia en sus hogares. “Lo real es que la población sigue migrando porque no encuentra las condiciones necesarias de desarrollo y de vida aquí en el país. Y ese es el gran desafío”, expresó Vásquez.
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