Dos monjas de la orden de las carmelitas que llegaron a El Salvador el lunes procedentes de la República Democrática de El Congo fueron puestas en cuarentena, informó ayer la ministra de Salud Pública, Violeta Menjívar.
La epidemia actual es “la principal prioridad para la comunidad internacional, para el mundo entero”, estimó ayer en Monrovia el jefe de la nueva Misión de Naciones Unidas para la Respuesta de Emergencia al ébola (UNMEER), Anthony Banbury, en conferencia de prensa.
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Las monjas, supuestamente congoleñas que no han sido identificadas, están en ese país para realizar una misión religiosa por un tiempo no determinado.
Menjívar dijo que las monjas no presentaron síntomas de la enfermedad, pero explicó que el ébola no es tan contagioso hasta que comienzan los síntomas y se necesita un estrecho contacto con los fluidos corporales de un enfermo para que se propague, “por eso la cuarentena”.
Menjívar, quien manifestó que ese mismo protocolo fue aplicado a dos militares salvadoreños que regresaron en agosto después de cumplir una misión de dos años en Liberia, dijo que el procedimiento se aplicará a todas las personas que ingresen al país y que procedan de esa zona del África donde se han registrado casos de ébola.
Ayer mismo, la cadena estadounidense NBC anunció que repatriará en vuelos privados a su equipo informativo en Monrovia (Liberia) después de que uno de los operadores de cámara contrajo el ébola, el cuarto estadounidense en contagiarse en el país africano.
“Estamos tomando todas las medidas para proteger a nuestros empleados y al público general. El resto de los empleados del equipo de Monrovia está bajo vigilancia y por el momento no presenta síntomas. De todos modos, por precaución, los traeremos en un vuelo privado y después estarán en cuarentena 21 días”, explicó en un comunicado la presidenta de NBC News, Deborah Turness.
La noticia llega en un momento de alerta en Estados Unidos ante la enfermedad, después de que se confirmara el martes el primer caso de ébola en el país: Thomas Eric Duncan, nacional de Liberia que contrajo la enfermedad en la nación africana y ahora recibe tratamiento en un hospital de Dallas (Texas).
Las autoridades sanitarias de Texas anunciaron ayer que vigilaban de cerca a cien personas, que estuvieron en contacto más o menos directo con Duncan y el confinamiento en su casa de cuatro miembros de su familia hasta el 19 de octubre, cuando expiran los 21 días del periodo máximo de incubación del virus.
Liberia planea procesar judicialmente a Duncan por haber mentido en un cuestionario en el cual se le preguntó si había estado en contacto con alguna persona infectada, según autoridades. “Esperamos que las personas actúen en forma honorable”, dijo Binyah Kesselly, presidente de la junta de directores de la autoridad aeroportuaria de Liberia en Monrovia. Residentes de la capital liberiana creen que Duncan se contagió cuando ayudó a una mujer enferma a entrar en un taxi para acudir a tratamiento.
Duncan cayó enfermo el 24 de septiembre. En la sala de emergencias del Hospital Presbiteriano de Texas lo enviaron a su casa pese a que le dijo a una enfermera que había estado en África occidental. Duncan regresó a la sala de emergencia un par de días después, cuando su estado empeoró.