El Consejo de Transporte Público (CTP) de Costa Rica rechazó la solicitud de autorización de permiso internacional a Nicabus, empresa del exdiputado y excandidato presidencial Enrique Quiñónez, para reabrir operaciones de transporte de pasajeros entre Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Un primer argumento de la junta directiva es que la solicitud carece de legitimación, porque el poder especial de Karla Rodríguez, representante de Nicabus y quien gestiona la homologación, “no fue emitido con vista en una sociedad costarricense, sino nicaragüense”.
Otra razón del CTP es que según la normativa del Código Civil, el poder especial en Costa Rica se emite para un solo acto y no conlleva la representación legal de una persona jurídica, como ocurrió en este caso.
“La empresa que gestiona requiere un permiso internacional entre Managua, Nicaragua- San José, Costa Rica y Panamá; sin embargo no aporta los permisos de Panamá”, añade el CTP en su tercer argumento.
Nicabus tampoco presentó póliza de seguro que cubra eventuales lesiones, muerte y daños a terceros, como lo exige la Ley de Tránsito, según el CTP.
QUIÑÓNEZ: MALA FE DE FUNCIONARIOS TICOS
Quiñónez dijo que esperará ser notificado para decidir con su abogado qué acciones tomar y ve en el rechazo “hasta cierto punto mala fe de funcionarios costarricenses”, porque cuando inició gestiones las autoridades del CTP no le indicaron un patrón para cumplir a cabalidad con el proceso.
“Nuestra solicitud pasó todos los departamentos del CTP y si vieron anomalías la hubieran rechazado. Nos dijeron que todo estaba correcto. Ante la mala fe no hay papelitos que valgan. El desplante de eso disfrazado de una mala presentación nuestra es al Gobierno de Nicaragua, porque es el Gobierno de Nicaragua el que da los permisos de operación a Nicabus”, añadió Quiñónez.
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