Miembros del cuarto comando del Ejército de Nicaragua y del Marena se encargan de proteger 1,500 metros de costa del Refugio de Vida Silvestre Chacocente, donde llegan a desovar las tortugas; sin embargo los nidos de las que desovan fuera de ese límite son saqueados y luego los huevos son comercializados en los mercados y algunos restaurantes.
Uno los sectores descuidados es la zona de Veracruz de Acayo, que solo es resguardado para el mes de octubre, cuando hay posibilidades de que lleguen tortugas toras a desovar, una especie en peligro de extinción.
“Durante el período de arribadas, que comienza en julio y termina en enero, se dan pocos robos de huevos de tortugas, pero hay saqueos que nosotros no contabilizamos porque se dan fuera del límite donde nosotros resguardamos a las tortugas; por ejemplo, este mes no hemos registrado ningún saqueo en el área que resguardamos”, dijo un guardaparques quien pidió se omitiera su nombre.
Este año en el Refugio de Vida Silvestre Chacocente comenzaron la implementación de un vivero de huevos de paslama, tora y torita en sacos y se ha logrado con éxito liberar más de veinte mil tortuguillos de la especie paslama.
La comercialización de huevos de tortuga está prohibida en el país.
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