En una escena que ya es familiar, los Cardenales y los Gigantes se miden a partir de hoy (6:07 p.m.) en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, que otorgará un boleto hacia el clásico de octubre.
Para San Luis, enfrentarse a los Gigantes, es como retar a su espejo, con la obligación de verse primero. Hay demasiadas similitudes en el estilo de juego de estas tropas, que han dominado el viejo circuito.
Adam Wainwright (20-9 y 2.38) salta a la colina por los Cardenales en el Busch Stadium de San Luis, mientras los Gigantes llegan con su mejor carabina, el zurdo Madison Bumgarner (18-10 y 2.98).
¿Quién prevalecerá? es la gran interrogante de esta serie, que pondrá en escena a dos clubes que al no disponer de potencia al bate, manufacturan sus carreras, defienden con precisión y pelean con coraje.
Ninguno de las dos tropas tiene un bateador de 25 jonrones o empujador de 95 carreras. Tampoco batean tanto, pero con su picheo, defensa y agresividad al bate, se las arreglan para ganar.
San Francisco (88-74) ganó la serie 4-3 a los Cardenales (90-72). Los Gigantes batearon .255 en la temporada regular, por .253 de San Luis. Y ambos clubes, lanzaron colectivamente para 3.50.
Los Cardenales van a su cuarta Serie de Campeonato seguida. San Francisco a su tercera en los últimos cinco años. Eso se llama consistencia, lograda al desarrollar su talento y agregar piezas claves.
Las cifras de los abridores de San Luis (Wainwright, Lynn, Lackey y Miller) son mejores que las de los Gigantes (Bumgarner, Peavy, Hudson y Volgelsong), pero estos emparejan el asunto por experiencia.
Se prevé una serie intensa, sin muchas carreras, y desde luego, el picheo con factor de desequilibrio. San Luis parece tener ligera ventaja, pero este año han caído todos los favoritos. Así que cuidado.
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