“Casi me muero al escuchar ese fallo contra mi hijo, porque él es inocente”, dice llorando Angelina Ruiz, madre de Walter Balmaceda Ruiz, el transportista de Darío que tras seis días de juicio fue declarado culpable como cooperador necesario para la comisión de asesinato, lesiones graves y crimen organizado, en el caso por la masacre del 19 de julio.
Ella considera que el fallo del juez Edgard Altamirano “fue una injusticia porque él (Balmaceda) es inocente y ellos lo saben muy bien (…). Primero decían que era por piedras que lo tenían ahí y yo lo que pido es justicia, que me lo saquen, que miren cómo estoy en esta silla de ruedas y me lo entreguen porque él no ha hecho nada”.
Martha Azucena Castro, la esposa de Balmaceda, estuvo en el juicio y “esperaba que declararan la inocencia de él, porque pude observar y escuchar muy bien que la Fiscalía no presentó ningún argumento para decir que fulano de tal es culpable de tal cosa, porque solo fueron cuechos”.
“Un policía no puede venir a decir (en juicio) que ‘me dijeron’ sin mencionar nombres de quién le dijo y por cuechos no se puede venir a condenar a una persona, por eso lo tomo (el fallo) como una pasada de cuentas política”, agregó Castro.
Balmaceda alquilaba con frecuencia sus tres buses a la Alcaldía de Darío para diferentes viajes de sandinistas a diversas actividades, coinciden los familiares del transportista.
Pido a las autoridades que demostremos los hechos y que nos vayamos a la propia verdad, porque estoy segura que mi marido no ha cometido un delito de esos, porque el delito de él fue alquilar los buses al alcalde”, dice Martha Azucena Castro. Mientras, Angelina Ruiz apunta que su hijo “solo andaba haciéndole el viaje al Frente Sandinista y no es uno el que les ha hecho y de parte de la Alcaldía eran todos esos viajes”. William Balmaceda, hermano del transportista, afirmó que “esto es una injusticia”.
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